Margot Machol Bisnow es una autora y antigua funcionaria del Gobierno de Estados Unidos. Para redactar su obra "Criando a un emprendedor", la misma entrevistó a 70 padres y madres cuyos hijos triunfaron en sus cometidos al hacerse mayores. A pesar de la gran diversidad entre las familias, Machol Bisnow asegura haber encontrado un punto común a todos ellos, y es la "crianza respetuosa".
Este método incluye, por ejemplo, situar unas reglas y unos estándares estrictos, pero combinados con un profundo respeto por las elecciones que los niños toman. Por ejemplo, se impone que solo podrán gastar el dinero que ellos ganen, pero se les permite escoger sus actividades extraescolares.
Qué es este método
Machol Bisnow afirma que mucha gente encuentra el método de crianza respetuosa como algo contraintuitivo y sorprendente. Diversas críticas van contra la afirmación de dejar que los hijos tomen sus propias decisiones, pues bastantes padres creen que es mejor intervenir antes de que el niño tenga una mala idea.
Sin embargo, la autora dice que los padres que aplican este método valoran la individualidad, por lo que no buscan imponer a sus descendientes sobre cómo expresarse o en qué pueden desarrollar su curiosidad. Este método ve al menor como un ser racional e independiente, y se sitúa en el punto medio entre los padres permisivos (que miman al niño para evitar conflictos) y los autoritarios (que dictan las normas sin un mínimo de crítica y sin permitir que este se exprese).
Angela Duckworth, psicóloga y autora del libro "Grit" ("Coraje"), está de acuerdo en que la "crianza respetuosa" es el camino adecuado a seguir. "Este tipo de padres juzgan adecuadamente las necesidades psicológicas de sus hijos. Son conscientes de que estos necesitan límites, cariño y libertad para alcanzar su máximo potencial. Su autoridad se basa en conocimiento y no en poder", resume la psicóloga.
Los pilares de la "crianza respetuosa"
1. La estructura: dejar que los niños escojan pero siempre que se puedan cumplir sus expectativas, guiarles en su proceso para que puedan cumplir sus metas, y esperarse que sean capaces de hacer cosas por sí mismos, aun siendo complicadas.
Un ejemplo es Thomas Vu, cuyos padres le impusieron reglas estrictas, pero a su vez le dieron toda la libertad que quiso para cumplir sus objetivos. "Se esperaba de mi que consiguiese siempre buenas notas. No era sencillo, pero mientras lo hacía, mi madre me dejaba jugar a todos los videojuegos que yo quería, lo que para mi era un trato justo", comenta.
2. El apoyo: dejar que el niño tenga su propio punto de vista, respetar su privacidad y no corregir constantemente su discurso ni sus acciones.
Por ejemplo, D.A. Wallach es un inversor tecnológico. Cuenta que comenzó a interesarse por el mundillo con ocho años, momento en el que su madre le dio algo de dinero y abrió una cuenta bancaria para él. Se pasaba horas investigando sobre las compañías, y aunque su madre le aconsejaba, le dejaba plena libertad de elección.
En un plazo de seis años, Wallach perdió la mayor parte del dinero, pero su madre le aseguró que ello es parte del proceso de aprendizaje.
3. Cercanía: hacerle saber al niño que puede pedir ayuda, pasar tiempo de calidad con él y realizar actividades que estrechen los lazos de manera conjunta.
La diseñadora y filántropa Breegan Jane aprendió de sus padres lo que es la compasión, así como la manera de utilizar la creatividad y la resiliencia para enfrentarse a las adversidades. "Tenía 11 años cuando fuimos por primera vez a ayudar a los demás en una misión. Dimos ropa a la gente de un pueblo mexicano en el que el agua potable no abundaba. La pobreza me asombró", comenta.
Actualmente ella es madre, y afirma que valora la importancia de enseñar a los niños que se devuelvan las cosas. Tanto ella como sus dos hijos suelen ser voluntarios en programas de asistencia de alimentos.