
La Comisión Europea se mantiene cauta y evita posicionarse demasiado sobre la decisión del Tribunal Constitucional de España de paralizar la tramitación parlamentaria de la reforma judicial. Pero si tiene un pequeño mensaje para España pues el Ejecutivo comunitario ha querido dejar claro que espera que todas las partes nacionales actúen de acuerdo con las reglas y procedimientos establecidos.
Tras la decisión del Tribunal Constitucional, por seis votos frente a cinco, de paralizar la tramitación parlamentaria de una reforma legislativa para cambiar por la vía exprés el funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial y del Alto Tribunal, el portavoz de Justicia del Ejecutivo comunitario, Christian Wigand, ha dejado claro que Bruselas espera que "las autoridades nacionales y las partes actúen de acuerdo con las reglas y los procedimientos establecidos a nivel nacional".
La Comisión Europea sigue la situación en España "muy de cerca", ha explicado el portavoz comunitario. No en vano el comisario de Justicia, Didier Reynders, urgía hace unos meses a los partidos políticos a realizar rápidamente la renovación del Consejo General del Poder Judicial, así como de su modelo. Un mensaje que trasladó después de mantener una reunión con políticos en España y con las dos principales asociaciones de jueces, la Asociación Profesional de la Magistratura y la Francisco de Vitoria.
Por el momento, Bruselas ha optado por la cautela.Tal y como señaló Wigand, no hará comentarios sobre "el proceso legislativo mientras sea un borrador", si bien continuará "monitorizando la situación" en el marco del cumplimiento de las garantías del Estado de Derecho, en base a su informe anual.
Este verano, la Comisión Europea llamó la atención a España por el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial por tercer año consecutivo, en su informe de julio. Así, el Ejecutivo comunitario instaba al Gobierno español a proceder "con carácter prioritario" a la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que estaba pendiente desde diciembre de 2018.
En este momento, la Comisión Europea hizo hincapié en que tal renovación debe hacerse con las reglas vigentes, aunque, justo después, debe procederse a una reforma del sistema de elección de sus miembros. No sería la primera vez que Bruselas llama la atención a algún Estado miembro por acelerar procesos de reforma de gran calado sin consultar a todas las partes implicadas, como ha sido el caso de Polonia o de Hungría. Este último arrastrado hasta la polémica congelación de fondos.