Isabel Sola (CSIC): "Ya había vacunas efectivas y no se han querido abrir mucho más la puertas"

En el interesante coloquio que se acaba de producir entre Isabel Sola, codirectora del laboratorio de Coronavirus del CSICS, y Amador G. Ayora, director de elEconomista.es, en la IV Edición de los Premios HIPATIA- Mujeres en Ciencia de elEconomista que en estos momentos se está celebrando en Madrid se han repasado el papel de la mujer actualmente en la los laboratorios científicos, pero sobre todo se ha hecho énfasis en que la la vacuna española no sale adelante y la Unión Europa no va a revisarla.

Isabel Sola, durante su intervención, ha explicado que en el CSIS no solo hay uno sino varios candidatos a la vacuna, pero verdaderamente desconoce los argumentos por los que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios no se decide a aprobarlas. Y añade: "Lo que más ha pesado es que ya había algunas que habían demostrado ser efectivas y no se han querido abrir mucho más la puertas. En cualquier caso, la nuestra va por delante a las de Pzifer o Moderna, por lo que seguimos investigando en ella pero sobre todo que pueda convertirse en un producto escalable y comercializable.

Para ello, la invitada al coloquio deja claro que no tiene tanto que ver con falta de inversión pública, puesto que el modus operandi es siempre seguir con las fases de desarrollo en colaboración de alguna empresa que quiera quedarse con la patente y absorber el proyecto hasta su comercialización.

En relación a este otro aspecto, el de las patentes, Isabel ha explicado con claridad cuál es la situación en nuestro país: "En España a la hora de patentar no tenemos cultura, pero ya se está empezando a reforzar este punto débil creando, por ejemplo en nuestros laboratorios, departamentos de patentes específicos que nos ayudan en esa tare. Quizás en aquí no hay un tejido empresarial en la biotecnología con el que pueda darse esa comunicación cercana entre grupos de investigación y las empresas. Se tiene que estimular la idea de proteger las ideas desde el punto de vista de las patentes y colaborar con las empresas".

Conforme el segundo asunto que se ha abordado en profundidad, el escaso papel de la mujer en la ciencia, Isabel ha destacado el origen del problema, que es desde donde habría que atajar el cambio: "Hay una renuncia. Es apasionante la ciencia pero exigente, pero las perspectivas que ofrece no son muy buenas por inestabilidad y la exigencia de tener que estar evaluándose para conseguir proyectos para ascender. Las mujeres dan un paso atrás porque desde edades tempranas empiezan a tener la idea de ser menos brillantes que los hombres".

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