A raíz del aumento continuado de las concentraciones de gases de efecto invernadero y de la constante acumulación de calor, los últimos ocho años van camino de ser los más cálidos desde que se tienen registros de temperaturas en el mundo. Y, especialmente, 2022 está siendo uno de los peores: olas extremas de calor, largas sequías o todo la contrario, inundaciones devastadoras, han afectado a millones de personas y han generado elevadas pérdidas económicas, según la versión provisional del riguroso informe Estado del clima mundial en 2022, de la Organización Meteorológica Mundial.
Lo más destacable de este relevante estudio es que las señales y, sobre todo, las consecuencias del cambio climático son cada vez más alarmantes. La más preocupante es la relacionada con el nivel del mar. Desde 1993 se ha duplicado la velocidad a la que aumenta. Y, concretamente, el 10% de su incremento registrado a escala mundial desde que comenzaron a obtenerse mediciones por satélite —hace casi ya tres décadas— se concentra en los últimos dos años y medio.
Además, según la Organización Meteorológica Mundial, 2022 está siendo excepcionalmente duro para los glaciares de los Alpes europeos, dado que los primeros indicios apuntan a un deshielo a gran escala, nunca acontecido hasta ahora. Uno de los ejemplos más alarmantes se encuentra en el manto de hielo de Groenlandia, pues perdió masa por 26º año consecutivo, y por primera vez en el mes de septiembre se registraron lluvias en lugar de las habituales nevadas.
Actualmente las estimaciones prevén que la temperatura media mundial de 2022 superará en casi 1,15 grados centígrados la media del período preindustrial (1850-1900). A raíz del enfriamiento provocado por un infrecuente triple episodio de La Niña, es muy probable que este año no sea el último con estas temperaturas tan excesivamente altas, pues la tendencia no se invierte a largo plazo, todo lo contrario. Es solo cuestión de tiempo que se bata el récord de año más cálido jamás registrado.
En efecto, el calentamiento global sigue abriéndose paso, pese a la gran concienciación medioambiental que existe en este momento en la sociedad. Volviendo a la comparativa anterior pero tomando como referencia la media de los diez años comprendidos entre 2013 y 2022, se estima que superará en 1,14 grados centígrados el valor de referencia de la era preindustrial. Otros estudios así lo avalan, como por ejemplo el Sexto Informe de Evaluación el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que ofrece un dato muy similar. De 2011 a 2020 prevé que será de 1,09 °C.
Las consecuencias a largo plazo
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, que está detrás del alarmante informe, hace un análisis desalentador a largo plazo: "Cuanto mayor sea el calentamiento, peores serán las consecuencias. Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera son tan elevados que apenas podremos limitar el calentamiento a 1,5 °C, el objetivo menos ambicioso del Acuerdo de París". Y añade: "Ya es demasiado tarde para muchos glaciares y el deshielo continuará durante cientos, o incluso miles de años, y ello acarreará graves consecuencias para la seguridad hídrica. El ritmo de aumento del nivel del mar se ha duplicado en los últimos 30 años. Aunque todavía medimos ese incremento en milímetros por año, en un siglo representará un aumento del nivel de las aguas de entre medio metro y un metro. Para los países de baja altitud y para muchos millones de habitantes de zonas costeras es una grave amenaza a largo plazo".
Estos ocho años de buen tiempo van a marcar el futuro del planeta. Parece que no hay vuelta atrás...
