
Esta semana, la casa de subastas Christie's ha vendido 150 obras de arte del cofundador de Microsoft, Paul G. Allen, por 1.620 millones de dólares. Muchos de los cuadros fueron adquiridos por un precio más elevado del estimado inicialmente, cinco de ellos superaron los 100 millones de dólares.
La puja fue la más cara de la historia para una colección, arrebatando el puesto a la recopilación de Harry y Linda Macklowe subastada en Sotheby's por 922 millones de dólares, en mayo de este año. El más valorado de la noche fue "Les Poseuses, Ensemble", de Georges Seurat, que se vendió por 149,2 millones de dólares. Otros ejemplos, son "La Montagne Sainte-Victoire" de Paul Cezanne que se vendió por 137,8 millones de dólares o "Verger avec Cypres" de Vincent van Gogh que se liquidó por 117 millones de dólares, y marcó un nuevo récord en una subasta del pintor, establecido en 1990 con la obra "El Retrato del doctor Gachet" saldado por 82.5 millones de dólares. En concreto, la noche de miércoles fue la gran triunfadora, ya que se recaudaron 1.500 millones, mientras que el jueves poco más de 100 millones. El total obtenido se destinará a la caridad, tal y como Allen prometió firmó, en 2010, un 'Giving Pledge', por lo que a su muerte dejaba al menos la mitad de su fortuna a la beneficencia - falleció en 2018 -.
La fructuosa subasta demostró la buena mano para invertir en arte del cofundador de Microsoft. En 2006 compró el "Bosque de abedules" de Gustav Klimt por 40 millones de dólares, que se ha vendido por 104 millones de dólares. Christie's aseguró que las pujas procedían de 19 países, y se cree que los de Seurat, Van Gogh y Klimt acabaron en manos de compradores asiáticos. Pero no solo los cuadros obtuvieron cifras altas: una famosa foto de Edward Steichen del edificio Flatiron de Nueva York se subastó por 11,8 millones de dólares, cuando se estimaba en 2 o 3 millones.
Los coleccionistas de todo el mundo siguen invirtiendo en arte a pesar de la situación económica mundial. Esto se debe a que se sigue valorando a este tipo de piezas como una especie de cobertura contra la inflación y un valor más seguro que muchas acciones o criptomonedas. Andrew Fabricant, director de operaciones de Gagosian, de una mega-galería, afirma a la CNBC que "esto demuestra que, para objetos de esta calidad y rareza, la gente gastará lo que sea necesario para obtenerlos".