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Cómo la dureza mental puede ser un arma de doble filo: resistencia o auto flagelarse

  • Expertos en psicología alertan de los efectos nocivos de la auto exigencia
  • Aconsejan combinar exigencia, criticismo constructivo y auto compasión
  • Desarrollan una serie de ideas para ayudar a la gente que se auto fustiga
Falta de confianza (Dreamstime).
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La dureza mental no significa no equivocarse, sino más bien la habilidad para sobreponerse a las adversidades. Cuando alguien la desarrolla de manera adecuada, la determinación que surge de superar los desafíos puede ayudar a forjar la capacidad de vencer otras adversidades, aprendiendo de cada error que se comete.

Sin embargo, la resistencia mental también tiene una parte negativa, que puede desencadenarse contra uno mismo. Así, puede darse el caso de que la persona se obsesiones con sus fallos en vez de adoptar un criticismo positivo, lo que puede llevar a reprenderse excesivamente en un intento de auto motivación.

Cuando un pensamiento crea una espiral

El psicólogo organizacional y autor de "Parloteo: La voz en tu cabeza, por qué importa y cómo aprovecharla", Ethan Kross, utiliza un ejemplo del mundo del deporte para ilustrar la situación. Concretamente, habla de un atleta estancado en un mal período. "Una vez empiezas a pensar: ¿Estoy golpeando lo suficientemente rápido con el bate? ¿Estoy agarrándolo demasiado fuerte?... todo se viene abajo, lo que lleva a una asfixia y a un rendimiento pobre", explica Kross.

En el ámbito laboral, si un empleado no cumple con un par de tareas, quizás empiece a decirse a sí mismo que no tiene lo que hay que tener para ganarse un ascenso. La negatividad de esa conversación con uno mismo lleva a dudar de las capacidades, que pueden distraer al trabajador a la hora de conseguir sus siguientes objetivos.

El experto comenta que se puede equilibrar esta dureza mental con un poco de compasión hacia uno mismo, o al menos convenciéndose de que uno siempre es capaz de mejorar. Un estudio sistémico llevada a cabo en julio por el periódico académico Fronteras en Psicología encontró varias conexiones entre la resistencia mental y la auto compasión. El trabajo puntualiza que las personas que más probablemente se recuperarán de sus errores, pérdidas o lesiones son las que contengan trazos de ambas cualidades.

Estas son seis manera que varios expertos en psicología proponen para tomar el control de esa voz interior, para así utilizarla en beneficio de la confianza y la productividad:

Evaluar las necesidades

De acuerdo con la psicóloga deportiva y estudiante de doctorado en la Universidad de Columbia (y coautora del estudio mencionado), Céline Kosirnik, las conversaciones negativas con uno mismo parten de un deseo de motivarse

Cuando trata con atletas que buscan superar malos momentos, Kosirnik les hace dos preguntas: ¿Crees que no estás rindiendo porque eres vago? ¿Estás cansado, estresado o preocupado por algo más y necesitas confianza? Y es que el atender a las necesidades de uno, entenderse a si mismo, no es un signo de debilidad sino de auto confianza.

"Cuando aprendes a montar en bicicleta tus padres están detrás de ti, y dicen: 'Buen trabajo, sigue así'", comenta la experta. "Cuando te haces más mayor, no mucha gente hace esto por ti. Muchas veces esperamos a que otros nos digan cuándo lo hemos hecho bien. Esto es bueno, necesitamos a los demás, pero igualmente debes aprender a tratarte a ti mismo, así como a ser tu propio entrenador".

Si la voz continúa, haz tareas mundanas

Kross define el parloteo como "preocupación negativa y perseverante", como algo que puede distraer fácilmente de la realidad. Esto hace que la persona no sea productiva y, a veces, uno ni siquiera se da cuenta de que la está experimentando.

"Esa voz puede realmente complicar que centremos nuestra atención", añade. "Si alguna vez has tenido la experiencia de intentar leer varias páginas del libro, y no recordar nada de lo que acabas de leer, es un claro signo de que estás preocupado o rumiando sobre otra cosa". Así, para devolver la atención a lo principal, Kross recomienda realizar pequeñas tareas como hacer la cama, lavar los platos o reorganizar la habitación, para así recuperar el control de los pensamientos.

Hablarse en tercera persona

Sin embargo, es imposible eliminar a esa voz interior, pero tampoco debería intentarse. Ethan Kross dice que la misma también ayuda a uno mismo a motivarse, así como a aprender de los errores. Si, por el contrario, estos pensamientos están llenos de duda, el experto aconseja mostrarse algo de amor propio, incluso crear algo de distancia si es necesario, refiriéndose a uno mismo por su nombre.

"Animarse a uno mismo como un entrenador exigente también es útil", prosigue. "No se trata de decirse: 'Todo va a estar bien, eres genial, eres único', sino 'Compórtate como es debido, Ethan. No vas a fallar'".

Pensar en los obstáculos como desafíos

Cada vez que uno se haya en una situación estresante, Kross recomienda preguntarse dos cosas: ¿Qué se me pide, y tengo las habilidades y recursos para llevarlo a cabo? También asegura, que si una persona cree que la tarea va a ser demasiado difícil, entonces efectivamente así será. Lo que se debe hacer, sin embargo, es intentar descifrar si se puede utilizar alguno de los puntos fuertes para aproximarse a una solución.

"Pensar el tus circunstancias como un desafío puede ser un gran antídoto. Si piensas para ti mismo: 'sí, voy a lograrlo', no solo rendirás mejor, sino que además experimentarás una buena respuesta fisiológica".

Auto compasión versus dudas

De acuerdo con la investigación de Kosirnik, la mejor forma de afrontar las dudas hacia uno mismo radica en la compasión. La psicóloga afirma, sin embargo, que no es sencillo llevar a gente de alto rendimiento hacia una mentalidad más amable con uno mismo, pues la propia idea de la compasión causa recelo en alguna gente.

Pero Kosirnik explica a sus clientes que la auto compasión no es lo mismo que una positividad desmedida. Más bien, puede ayudar a identificar si se necesita motivación o mayor confianza. "La gente ve la compasión como un mundo de unicornios". Muchos dicen: 'Eres demasiado permisivo contigo mismo, así no lo vas a lograr'. Pero eso es lo que no captan. Debes tener el juicio correcto en cada situación específica para darte cuenta de lo que necesitas".

Permitir cierto criticismo constructivo

Kross puntualiza que no todas esas charlas con uno mismo son algo malo. Pueden ayudar a aprender de los errores, siempre que uno no se obsesiones con ellos y no afecten a la autoestima.

"La habilidad de ser autocrítico en pequeñas dosis, como cuando se mete la pata, es en realidad útil para mi a la hora de reconocer mis fallos", explica Kross. "Las emociones tienen una función poderosa en nuestras vidas. Hemos evolucionado para tener emociones por algo", añade.

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