Ni son novedades ni tampoco clásicos, aunque la mayoría de los títulos aquí seleccionados podrían considerarse imprescindibles para miles de aficionados a la lectura. Basta con descubrirlos. Entre tanto estímulo multimedia y contenidos efímeros de las redes sociales, un buen libro siempre debería tener su cuota de protagonismo en la historia personal de cada verano. En las diez recomendaciones escogidas hay espacio para la narrativa, el relato corto y la novela monumental, así como para la literatura de viajes y el periodismo con mayúsculas.
Tierra desacostumbrada, de Jumpha Lahiri (editorial Salamandra Narrativa, 9,95 euros). Jumpha Lahiri, de origen bengalí y residente en EEUU desde los dos años, desnuda a dos generaciones de inmigrantes de India en EEUU e ilumina el contraste entre la tradición y la vida misma.
Una caña que piensa. Andrés Trapiello (Destino Libro. 17 euros). Codiciada entrega del Salón de los Pasos Perdidos, en esta ocasión correspondiente a 2005. Como todos sus diarios, sus andanzas personales comienzan en Año Nuevo y terminan en San Silvestre. Entre medias desfilan todo tipo de personajes y sucesos. Los interesados que no puedan conseguir este título, ya descatalogado, pueden buscar cualquier otro de los diarios de Trapiello y quedarán igualmente satisfechos. Sin duda, su colosal obra será referencia de las letras españolas de nuestros entresiglos y siglo.
El desierto de los tártaros. Dino Buzzati. (Alianza Editorial, 12,30 euros). La fortaleza te atrae, protege, atrapa y asfixia. Metáfora de la vida, la rutina, la paciencia y la esperanza. Descubrir a Buzzati con este prodigio casi hipnótico invita a seguir explorando su obra.
84, Charing Cross Road. Helene Hanff. (Anagrama. 10,36 euros). Leerlo es venerarlo de por vida. Posiblemente, la más bella historia de amor por los libros. Qué pena que el género epistolar esté en vías de extinción. Lo regalarán muchas veces, apuesten por ello.
El maestro Juan Martínez que estaba allí. Manuel Chaves Nogales. (Libros del asteroide. 17,95 euros). Poco, muy poco se ha valorado al escritor y periodista Manuel Chaves Nogales para lo que se merece. El bailaor Juan Martínez y su mujer Sole andan de gira por Europa del Este cuando les sorprende el paisaje propio de la Revolución Rusa y el horror que eso conlleva.
La catedral y el niño. Eduardo Blanco Amor. (Editorial libros del Asteroide. 20,85 euros). ¿Cómo es posible que Eduardo Blanco Amor no ocupe los altares de la literatura española? Sorprende, sublime y con un punto barroco en cuanto a riqueza del idioma. Se recomienda leer con un diccionario al lado y una libretilla para anotar esas palabras tan olvidadas como hermosas.
Los Maia. Eça de Queirós. (Editorial Pre-Textos. 38 euros) La literatura universal tiene motivos para presumir de obras maestras protagonizadas por sagas familiares, como es el caso de Carlos da Maia, con sus hijos y nietos. Un retrato certero y crudo de la sociedad portuguesa del XIX, con todos los ingredientes para convertirse en una joya imprescindible. De hecho, dicen que la pieza cumbre de Eça de Queirós es una novela perfecta. Y no exageran. La burguesía lisboeta es inmortal desde su publicación de este clásico.
Maluco. La novela de los descubridores. Napoleón Baccino Ponce de León. (Editorial Seix Barral. Biblioteca del Sur. 23 euros) Grandioso descubrimiento sobre la primera circunvalación marítima al globo terrestre. El bufón Juanillo Ponce abandonó su Bustillo del Páramo natal, en León, para convertirse en Conde Maluco, a la sombra de Hernando de Magallanes.
Venecia. Jan Morris (Editorial Península Altair Viajes, 24 euros). La historia, el paisaje y el alma del lugar más tristemente bello del mundo. A veces, leer es casi mejor que viajar. Los que quieran profundizar un poco en la vida de la autora agradecerán haberlo hecho.
Un caballero en Moscú. Amor Towles. (Editorial Salamandra Narrativa. 242,80 euros). Un héroe a su manera. Por designios asombrosos, el conde Rostov cumple arresto domiciliario perpetuo en el mítico hotel Metropol de Moscú. El cautivador aristócrata es un verso libre entre bolcheviques, y los siniestros esbirros de Stalin y Jrushchov. Un tesoro narrativo con un final que ningún lector inquieto debería perderse.