
Una de las figuras más representativas de Hong Kong se fue a pique el pasado domingo. Se trata del Jumbo, el mítico restaurante flotante y toda una referencia tanto en el mundo del cine como en el de la cocina. Con 76 metros de eslora y una capacidad para 2.300 personas, este novedoso establecimiento nació en 1976 como una atracción turística, pero tras 46 años pasó a mejor vida debido a unas condiciones climáticas "adversas".
Según apunta la empresa que lo administraba, Aberdeen Restaurant Enterprises Ltd, el restaurante pasaba por las islas Xisha en el mar de China meridional cuando, al parecer, el agua empezó a entrar en el barco y acabó por volcar hacia un lado. Por suerte, desde la compañía han comunicado que ningún tripulante o trabajador ha resultado herido. "Se ha hundido a una profundidad de más de 1.000 metros, lo que hace que sea extremadamente difícil realizar trabajos de rescate", indicaron.
Curiosamente, este suceso ocurrió justo una semana después de que lo hubieran remolcado fuera de la ciudad. De hecho, el barco se dirigía hacia algún lugar del sudeste asiático, pero la empresa no quiso revelar la dirección exacta, según la información ofrecida por el diario local South China Morning Post.
La compañía sostiene que "se contrataron ingenieros marinos profesionales para inspeccionar minuciosamente el casco del restaurante flotante Jumbo e instalar vallas en la embarcación antes de su partida la semana pasada". El complejo incluía otro barco restaurante más antiguo y pequeño, una barcaza para tanques de mariscos, un barco cocina y ocho transbordadores pequeños para transportar a los visitantes desde los muelles cercanos.
Este restaurante flotante costó la friolera de 30 millones de euros cuando se empezó a construir allá por la década de 1970. En sus días gloriosos, apareció en películas como Operación Dragón (protagonizada por Bruce Lee), Spiderman 3: El desafío del dragón o James Bond: El hombre de la pistola de oro, El protector, de Jackie Chan o Contagio, de Steven Soderbergh. Todas las celebridades que pasaban por la ciudad acudían al restaurante, como la reina Isabel II de Inglaterra, estrellas de cine como Tom Cruise o Elizabeth Taylor, o expresidentes como Jimmy Carter.
Llegan curvas
Sin embargo, el Jumbo empezó a verle las orejas al lobo desde 2013 cuando buena parte de la población pesquera abandonó la ciudad. A esto hay que sumarle los disturbios sociales de 2019 y la pandemia que, como a muchas empresas, les obligó a cerrar despidiendo a todo su personal con unas pérdidas acumuladas de 12 millones de euros. Sus últimos operadores, Melco International Development, anunciaron el mes pasado que, ante la caducidad de su licencia, el Jumbo abandonaría Hong Kong y esperaría un nuevo operador en una ubicación que no precisaron.
La situación ya resultaba ser insostenible. Buena prueba de ello es que la compañía anunció el mes pasado que alejaría el barco de las aguas de Hong Kong porque no podía pagar el coste de mantenimiento del barco para cumplir con los requisitos del gobierno.