
A pocos días para que comience la Semana Santa se multiplican las voces que demandan el fin del uso de las mascarillas en interiores, una medida que ya se ha tomado en países del entorno como Francia y Holanda.
Sin embargo, en España parece que habrá que esperar un poco más, pese a que en muchos locales de ocio cada día es más difícil encontrar a personas con ella puesta.
Este jueves el Congreso de los Diputados dio un pequeño paso para avanzar hacia ese escenario sin mascarillas, aunque la última palabra la tendrán los expertos en salud. A propuesta de Ciudadanos y con el voto favorable del PSOE y Vox, la Cámara aprobó un texto en el que se pide al Gobierno que anule la obligatoriedad del uso de las mascarillas en interiores en el momento en el que lo aconsejen las autoridades sanitarias, y se cuente con el visto bueno de las Comunidades Autónomas.
El documento aprobado, una moción de interpelación, fue acordado con el ejecutivo de Pedro Sánchez, quien ya ha repetido a lo largo del mes de marzo que retirará la imposición de las mascarillas "al segundo siguiente" de que los expertos avalen la decisión. "Vamos a ir paso a paso, tomando medidas desde la prudencia", recalcó el martes la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
La moción aprobada este jueves recoge que el fin de las mascarillas en espacios cerrados es una decisión justificada, "en línea con la evidencia científica, la situación epidemiológica y la perspectiva comparada". Si bien el PSOE añadió una enmienda a este texto en la que se especifica que la medida saldrá adelante cuando sea acordada en el Consejo Interterritorial de Salud, el órgano compuesto por el Ministerio Sanidad y las comunidades autónomas, que se reúne el próximo miércoles.
Al Consejo asistirá el panel de expertos sanitarios independiente que asesora al ministerio y las comunidades, y en el momento en el que este grupo recomiende el fin de la obligatoriedad de las mascarillas, el Consejo discutirá su implementación.