Las comunidades autónomas continúan notificando un alto número de fallecidos por coronavirus aunque la incidencia de contagios sigue cayendo y ya ha bajado de los mil casos. La ocupación en UCI también desciende, después de dos meses, de riesgo alto a riesgo medio.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, la incidencia acumulada registra un nuevo descenso, esta vez de 82 puntos, algo inferior al de los últimos días, cuando apuntó caídas por encima de los 100 puntos.
Lea también: Todo lo que necesitas saber del 'batch cooking': qué es, ventajas y consejos
La sexta ola, según cifras del informe de Sanidad sobre la pandemia, ha dejado hasta el momento casi 10.500 muertes (10.433), con lo que el total de decesos consignados en el recuento oficial asciende a 97.350. Las comunidades no notificaban más de 400 fallecidos a causa del coronavirus desde marzo del año pasado, aunque se trata de una cifra acumulada que se va comunicando al Ministerio de Sanidad. El miércoles pasado las comunidades reportaron 393 muertes.
La probabilidad de hospitalización ha bajado también, según ha subrayado Carolina Darias en rueda de prensa, en 7 veces, así como la de ingresos en UCI y letalidad, que es 12 veces inferior. En cuanto a la situación hospitalaria, la ministra de Sanidad ha explicado que los indicadores siguen una tendencia "descendente" y ya casi "estable" al haber bajado la ocupación UCI al 14,7 % y en planta al 8,7 %.
Descubren el factor de riesgo para sufrir covid grave
Cada vez son más las personas que se van contagiando en una circunstancia que ha impulsado la explosión de casos provocada por la variante ómicron. Al mismo tiempo, la ciencia avanza en la investigación de todo lo que tiene que ver con las infecciones por SARS-CoV-2 y los estragos que ha causado en los distintos estratos de la población mundial.
Cuando están a punto de cumplirse dos años desde el confinamiento que se estableció en España en marzo de 2020, las investigaciones científicas basadas en la experiencia y aprendizaje obtenidos de seis grandes las de contagios han logrado dilucidar en qué circunstancias el virus puede llegar a provocar peores consecuencias en la persona infectada.
Uno de ello, bastante clave, es el de la obesidad. Varios científicos españoles ha descubierto los mecanismos implicados en esta relación y propone un biomarcador, a través de un análisis de sangre, que puede detectar ese riesgo. El Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición (Ciberobn) ha sido el organismo encargado de encabezar esta investigación, que se centra en el tejido adiposo visceral de pacientes con obesidad y en el gen ACE2, que, además de funcionar como puerta de entrada del virus SARS-CoV-2, está implicado en los procesos inflamatorios del cuerpo.
Una persona con sobrepeso "suele" tener el gen ACE2 menos expresado en el tejido adiposo y, al infectarse, esos niveles disminuyen aún más, lo que puede hacer que sea más susceptible a la tormenta de citoquinas con la que el organismo responde en ocasiones ante el coronavirus y que agrava la enfermedad.
Ana Belén Crujeiras, investigadora del Ciberobn en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) y líder de la investigación, explica que su equipo se centró en las llamadas marcas de metilación, un mecanismo epigenético fundamental en la regulación de la expresión de los genes y de cómo funcionan.
Este mecanismo consiste en unas marcas químicas que se añaden al ADN en respuesta a factores como el ambiente, la dieta, la actividad física, la exposición a tóxicos o el estado psicológico. Si el ADN ha sido descrito como el "libro de vida, formado por una gran sucesión de letras combinadas", Crujeiras explica que las marcas de metilación serían la ortografía. Una coma en el sitio exacto hace que el organismo funcione correctamente, pero en un lugar equivocado puede hacer que la frase cambie de significado y dar lugar al desarrollo de enfermedades.
Así fue el estudio con personas que sufren obesidad
Lo interesante de esas marcas de metilación -dice- es que, a diferencia de las mutaciones genéticas, se pueden revertir, por ejemplo, al pasar de una mala dieta a otra saludable.
La científica asegura que lo interesante de esas mencionadas marcas es que, en este caso, se pueden revertir. Por ejemplo, en el paso de una mala dieta a una saludable. Su estudió el ACE2 en el tejido adiposo de pacientes con obesidad y en otros con normopeso, para comprobar que en los primeros este tenía "niveles elevados de esas marcas de metilación".
Lea también: ¿Por qué se produce el insomnio?: 14 consejos que debes seguir para poder dormir bien
Los que fueron tratados para perder peso, con una dieta cetogénica muy baja en calorías presentaron niveles de marcas de metilación similares a las de las personas que ya tenían un peso correcto. El ACE2 está involucrado en los procesos inflamatorios del cuerpo y, cuando está muy activado, desencadena mecanismos antiinflamatorios que ejercen una acción protectora en el organismo.
Sin embargo, al contrario, cuando un gen tiene elevadas marcas de metilación, como sucede con el ACE2 en las personas con exceso de peso, por lo general su expresión disminuye, detalla Crujeiras. Una persona con obesidad se encuentra en un estado inflamatorio crónico de bajo grado y, si además la acción del gen ACE2 está disminuida, hará que la inflamación sea mayor tras la infección por covid-19.