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Este millonario te cuenta las 6 reglas de oro para hacerte rico aunque no tengas un gran salario

Foto: Dreamstime

La imagen que se ha dibujado de un millonario desde la televisión y las revistas dista mucho de la realidad. Los medios de comunicación han llevado a la población una realidad que no es extrapolable a todo el conjunto de las fortunas del mundo: personas con coches de lujo, joyas, relojes cuyo precio se acerca al de la casa de muchas personas.

Sin embargo, muchas personas se hicieron ricas gracias a evitar estas extravagancias. Lo único que impide ser millonario es la propia idea de lo que significa serlo, tal y como explica el millonario y autor de best-sellers Phillip J. Müller.

El escritor afirma que cualquier persona puede ser rica si aprende a pensar como un rico. Para él, convertirse en millonario no es consecuencia del despilfarro y las malas actitudes financieras. Para Müller, es cuestión de crear unos hábitos y mantener una mentalidad de consumidor consciente. Estas son las 6 reglas de oro de este millonario para que cualquiera pueda hacerse rico, sin importar su salario, tal y como recoge Insider.

1. Ahorrar es fundamental

Es vital adquirir el hábito de ahorrar cuanto antes. Mantener una actitud proactiva y querer aumentar la cantidad de ahorro a medida que pasa el tiempo. "Se trata de pensar si quieres gastar ese dinero hoy en tu quinto par de zapatillas porque de repente sientes que realmente las necesitas, cuando en realidad solo las usarás una vez", explica.

Se trata de pensar a largo plazo, evitar las gratificaciones momentáneas y transitorias. Por ejemplo, uno de los aspectos que Müller pone sobre la mesa es la costumbre de comer fuera de casa. "Muchas personas no se dan cuenta de cuánto dinero pueden ahorrar si deciden llevar alimentos y bebidas de su casa a la oficina", dice.

2. Evitar cualquier tipo de deuda

Las deudas son los frenos que impiden ahorrar. La sociedad tiende en exceso a endeudarse en situaciones nimias. Algunos consumidores que no pueden permitirse un ordenador, deciden pagarlo a plazos, con sus consecuentes intereses, en lugar de entender que no tiene la capacidad financiera para poder adquirirlo.

El consejo del escritor es simple: "No compres nada que no puedas pagar". Además, esta rutina conseguirá que el ahorrador deje de encontrar placer en los caprichos banales. "¿Quieres un teléfono inteligente, pero no tienes el dinero para comprarlo? Entonces no lo compres", dice Müller.

3. No te endeudes para pagar otras deudas

Antes de tomar una mala decisión para liquidar una deuda es conveniente hacer un balance de la situación financiera. De nada sirve solventar una obligación de pago si, para ello, el ahorrador tiene que volver a endeudarse.

La mejor opción es calcular el valor total de la deuda y examinar los ingresos, de tal manera que se pueda fijar una cantidad mensual para destinarla a liquidar la deuda.

4. Hablar activamente con los acreedores

Es recomendable contactar con las personas o entidades con las que se mantiene la deuda antes de que ellas se acerquen. "Esto lo diferenciará de la mayoría de los deudores", explica. Es decir, el ahorrador tiene que ser proactivo.

En caso de no poder pagar es mejor comunicarlo, ya que es posible que el acreedor aporte facilidades de pago, como reducir los intereses o aumentar el periodo medio de pago. "Si le debes algo a alguien, eso tendrá efectos negativos en tu vida. El dinero no es solo un medio de intercambio, es una energía que fluye", dice.

5. Consumir conscientemente

Es vital ser consciente de que cada persona es un consumidor en potencia, al que se le presentan miles de inputs al día. Es necesario entender que un rico no es aquel que posee los artículos más caros y extravagantes.

No hay que caer en el juego de gastar los ahorros en coches caros y relojes de marca. "¿Realmente necesitas gastar dos o tres meses de salario para ir de vacaciones a algún lugar lejano, cuando podrías descansar mucho mejor en algún lugar cerca de casa?", explica el escritor.

6. Ejercitar el autocontrol y ser consciente de la tentación

No es malo tener tentaciones, el problema está en no tener autocontrol y sucumbir a todas ellas. Un verdadero ahorrado no puede acceder a todas las ofertas que le presenta el mercado. Por el contrario, debe mantener una actitud de mesura en estas situaciones.

Müller explica que, si una persona no es capaz de autocontrolarse en época de rebajas, la mejor opción es no acudir a este tipo de campañas, así será más difícil caer en la tentación. Del mismo modo, cabe la posibilidad de capar las páginas de comercios online para evitar realizar compras impulsivas en tiendas digitales.

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