
Ithaca, al norte del estado de Nueva York, se ha convertido en la primera ciudad de Estados Unidos en aprobar un proyecto para descarbonizar al 100% todos sus edificios mediante la transición a las energías verdes. La iniciativa, que forma parte de su plan para alcanzar la neutralidad de emisiones para 2030, podría sentar las bases para que otras poblaciones sigan su ejemplo en la lucha contra el cambio climático.
Para descarbonizar los 6.000 edificios que alberga Ithaca, el ayuntamiento empleará 100 millones de dólares de financiación privada que recaudó el verano pasado y contará con la ayuda de BlocPower, la startup centrada en la actualización medioambiental de edificios urbanos antiguos. BlocPower estima que las mejoras energéticas en los edificios crearán alrededor de 400 nuevos puestos de trabajo en la construcción, la tecnología y la gestión de la economía verde.
La ciudad ha centrado sus esfuerzos en la electrificación de los edificios porque casi la mitad de las construcciones que alberga son anteriores a 1940 y representan el 40% de sus emisiones de carbono generadas por combustibles fósiles que atrapan el calor. Se prevé que la iniciativa reduzca la huella de carbono de Ithaca en aproximadamente 160.000 toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a las emisiones emitidas por 35.000 coches en un año.
El plan de la ciudad para alcanzar la neutralidad de emisiones para 2030 pasa por que Ithaca satisfaga todas sus necesidades de electricidad con energía renovable para 2025 y reducir a la mitad las emisiones de sus vehículos. En la actualidad, el 80% de su suministro eléctrico procede de energías renovables y puede que se vea obligada a comprar compensaciones.
Una de las claves que puede determinar que el plan de la ciudad de apenas 30.000 habitantes salga bien es que no depende exclusivamente del dinero del gobierno, algo insostenible dada la envergadura de la crisis climática. Según recoge CNBC, el director de sostenibilidad de la ciudad, Luis Aguirre-Torres asegura que el objetivo de Ithaca es establecer una proporción de 1 a 20 entre la financiación de los contribuyentes y la inversión privada. En estos momentos, el ayuntamiento se encuentra inmerso en la recaudación de otros 250 millones para poner en marcha otros proyectos climáticos, como el programa para que los residentes puedan comprar a precio reducido coches eléctricos de segunda mano.
La puesta en marcha de este proyecto llega poco después de conocerse que, si todo sigue igual, las emisiones globales de gases de efecto invernadero repuntarán en 2021 tras el descenso del 5,4 % experimentado en 2020, según un informe elaborado por los investigadores de la organización Global Carbon Project (GCP).