
El empresario mexicano, David Martínez, y sus socios aztecas han reducido su participación en el Sabadell al 3,08%, lo que supone un descenso del 39%, a través del fondo compartido Fintech.
El inversor, que entró en el capital del banco a finales de 2013, con la compra de casi un 4,9%, ha decidido en los últimos meses disminuir su peso. Por un lado, ha vendido en torno al 0,6% de las acciones (30 millones de títulos) y, por otro, ha diluido el porcentaje al no haber acudido a la ampliación que culminó la entidad a principio del verano pasado para adquirir el británico TSB. A día de hoy posee 167,7 millones de acciones, valoradas a precios de mercados en 255 millones de euros.
La participación de Martínez, además, se ha visto mermada por las ampliaciones que ha realizado el Sabadell para hacer frente a canjes de bonos por acciones en los últimos meses.
La postura de la firma que lidera el magnate mexicano difiere de la adoptada por otros miembros del denominado núcleo duro del banco, como la del colombiano Jaime Gilinski, que mantiene su 7,5% que controla desde hace años. En 2013 tomó el 5% junto a Martínez y meses después amplió su participación al umbral que tiene en la actualidad.
Como consecuencia de la ampliación de capital para TSB y las posteriores para canjear los bonos, otros accionistas han diluido su peso como Martínez, aunque con una menor intensidad. Así por ejemplo, el portugués BCP ha bajado su participación del 2,7 al 2%, es decir, un 26%. También algunos empresarios catalanes, como Joaquím Folch-Rusiñol, que posee un 0,29% del capital, el británico Lloyds, Kutxa o BBK.
Pese al recorte de su presencia en el accionariado, el inversor mexicano mantiene su compromiso con la entidad española. De hecho, permanece en el consejo de administración del Sabadell desde 2014, poco después de adquirir los primeros títulos del banco.
Cambios por la expansión
La estructura de los accionistas principales del grupo catalán ha variado sustancialmente durante la crisis como consecuencia de las relevantes ampliaciones que ha llevado a cabo para multiplicar por más de dos su tamaño a través de adquisiciones. El Sabadell ha sido la entidad española que más ha aprovechado las circunstancias para crecer. Así, ha absorbido Guipuzcoano, CAM, Gallego, la red catalana de Caixa Penedés, el negocio minorista en España de Lloyds y el británico TSB. Antes de la crisis, los empresarios catalanes aglutinaban el 6 por ciento de los títulos.
La llegada de Martínez al capital de Sabadell coincidió con una oleada de inversiones latinoamericanas en la banca de nuestro país y en otras empresas. Entonces, las compañías españolas saltaron el Atlántico para captar fondos con los que reforzar su solvencia y poder afrontar los proyectos de futuro.
En esta ola, por ejemplo, la familia del Valle lideró la compra del 6% del Popular por parte de varios inversores mexicanos. A día de hoy la presencia de éstos ha caído hasta el 4,2%. También, el azteca Ernesto Tinajero adquirió un 7% de Liberbank.