
Más de 140 años han pasado desde que, en los tiempos del vapor y a las puertas de la invención de la luz eléctrica, nació Damm, en la ciudad de Barcelona. Hoy convertida en una compañía multinacional líder en el sector de la alimentación y bebidas está presente en más de 130 países y tiene actividad en distintos sectores.
Mediante las últimas inversiones industriales que la compañía ha realizado en los últimos años en materia de modernización y eficiencia, así como los proyectos de transformación digital iniciados años antes han hecho que la solidez financiera del grupo encare la situación pospandemia con tranquilidad.
Gracias a ello han sido capaces de obtener unos buenos resultados al cierre de 2020, donde alcanzaron los 1.225 millones de euros, con un retroceso de 11,5% respecto a 2019, un porcentaje equivalente al de la caída de la economía española en su conjunto, con un EBIT y un BAI positivos de 24,8 y 44,2 millones de euros, respectivamente, y un beneficio neto de 40,5 millones de euros.
De hecho, en el pasado año elaboraron un total de 18,1 millones de hectolitros de cerveza, agua mineral y lácteos. Una cifra que les afianza como el segundo mayor grupo de bebidas de la Península, así como la segunda mayor cervecera de España, con una cuota de mercado del 27,8%.
Internacionalización
Según el plan estratégico 2022-2025, Damm prevé superar los 2.000 millones de euros en ingresos en 2025.
Para lograrlo, cuenta con cuatro ejes: internacionalización, refuerzo del porfolio, aumento de la capacidad productiva y entrada en nuevos canales de negocio, con la finalidad de lanzar una batería de iniciativas que potencien el crecimiento; ampliando el número de mercados en los que opera la compañía cervecera, el refuerzo y el posicionamiento de sus marcas y productos, y aumentando la eficiencia de la compañía.

Damm promoverá "una aceleración del crecimiento sostenible a partir de una apuesta clara por ampliar el número de mercados, el refuerzo y posicionamiento de las marcas y productos de la compañía y un aumento de la eficiencia", como asegura el presidente ejecutivo de la compañía, Demetrio Carceller Arce.
Damm promoverá "una aceleración del crecimiento sostenible a partir de una apuesta clara por ampliar el número de mercados, el refuerzo y posicionamiento de las marcas y productos de la compañía y un aumento de la eficiencia"
Durante 2020 la compañía avanzó en su proceso de internacionalización, con el firme propósito de seguir siendo una marca referente vinculada con la gastronomía y el estilo de vida mediterráneo. Con 130 mercados en su mapa de destinos, la firma espera poder duplicar sus cifras de negocio en el mercado internacional, que actualmente supone más de un 25% de su actividad.
Actualmente, Damm está experimentando importantes crecimientos en volumen y notoriedad año tras año en mercados internacionales, en su apuesta decidida de crecimiento en otros países a través del vínculo con la gastronomía, el deporte, la cultura y el estilo de vida mediterráneo en todo el mundo.
Por otro lado, el plan estratégico de Damm también contempla el desarrollo o adquisición de nuevas marcas que permitan a la compañía seguir haciendo crecer su porfolio de productos en distintas especialidades. Todo ello con un único objetivo: seguir ofreciendo a sus clientes una amplia gama de productos de máxima calidad que respondan a las últimas tendencias de mercado.
Un ejemplo es el reciente acuerdo de compra del 100% del Grupo Cacaolat, que incluye la marca de leche Letona, y del que Damm poseía hasta ahora el 50%. Ahora, trabajará para aprovechar todas las sinergias que el grupo puede ofrecer para potenciar el crecimiento de Cacaolat y Letona tanto en el mercado nacional como en el extranjero.
La mejora continua está presente de forma transversal en la compañía que innova en todas sus áreas de negocio: desde la obtención de materias primas hasta la producción y la distribución de los productos. Muestra de ello es que su tienda online recibió más de un millón de visitas y 8.000 nuevos registros en 2020.
Innovación y sostenibilidad
Asimismo, la apuesta de Damm por la innovación y la sostenibilidad han permitido a la compañía dar un paso más en su objetivo de lograr packagings más eco-sostenibles. En este sentido, Estrella Damm produce el 100% de sus latas con anillas de cartón totalmente biodegradable, un proyecto pionero en el sector cervecero que ha supuesto la reducción de más de 260 toneladas de plástico al año, el equivalente a casi 89 millones de unidades de anillas de plástico.
Estrella Damm produce el 100% de sus latas con anillas de cartón totalmente biodegradables
Además, desde principios de 2021, Estrella Damm produce todos los packs de latas sin los plásticos decorados que las envuelven, que han sido sustituidos por un embalaje elaborado con cartón procedente de bosques gestionados de manera sostenible y responsable. Un proyecto que también ha supuesto la reducción de 99 toneladas de plástico al año.
Damm consiguió la primera Estrella Lean & Green, en reconocimiento a la reducción de más del 20% de emisiones de CO2 derivadas de su actividad logística. Además, la compañía ha instalado más de 5.000 placas solares en algunas de sus instalaciones para generar energía destinada a autoconsumo, que representa un ahorro de 1.200 toneladas de CO2 al año.
Entre las medidas aplicadas al transporte, destaca la transformación de la flota de vehículos de la compañía hacía otros impulsados por gas natural que minimizan el impacto ambiental.
Sus proyectos en innovación y sostenibilidad han evitado la emisión de más de 1.200 toneladas de CO2 al año
Asimismo, a través del transporte colaborativo, proyecto que Damm está trabajando con CHEP, se busca la optimización de las cargas y rutas de transporte y la disminución de los viajes en vacío, lo que supondría dejar de emitir 204 toneladas de dióxido de carbono a la atmosfera al año. Por último, cabe destacar las acciones de formación encaminadas a la concienciación de las personas que trabajan en Damm, así como de clientes y proveedores de la compañía a través de cursos y campañas de conducción eficiente.
Igualmente, uno de los principales ejes en torno al cual se articula la política medioambiental de Damm es la apuesta por un modelo de economía circular que busca revalorizar el ciclo de vida de las materias primas que utiliza.
Con todo, el impulso del crecimiento de la compañía y la consecución de los objetivos marcados en su hoja de ruta con vistas a 2025 están vinculados a dos factores clave: el incremento de la capacidad de producción de las plantas de Damm de una forma eficiente y la creación de un motor de innovación in house que permita generar proyectos y soluciones disruptivas e innovadoras.
La tercera parte del plan pasa por incrementar la capacidad de producción de todas las fábricas de la compañía y fomentar ganancias de eficiencia en estos centros.
En este sentido, el grupo culminó el ambicioso plan de ampliación de su fábrica de El Prat de Llobregat, el pasado año. Un proyecto que contó con una inversión de 63 millones de euros y que ha permitido a la planta incrementar la capacidad de producción en un 45% pasando de los 5,3 millones de hectolitros a los 7,2 anuales manteniendo los más altos niveles de eficiencia y flexibilidad.
Asimismo, Damm ha logrado la certificación ASI, (Aluminium Stewardship Initiative) Performance Standard y Chain of Custody Standard, que garantiza los más elevados estándares ambientales, éticos y sociales para todo el ciclo de vida de las latas de bebida de la cervecera.
Damm se convirtió así en la primera empresa de bebidas del mundo en lograr la doble certificación, que garantiza altos estándares ambientales, éticos y sociales para toda la cadena de aluminio, desde su producción hasta la fabricación de las latas, la elaboración de cerveza y el reciclaje.
Como parte de la certificación Performance Standard, se auditó todo el ciclo de vida de los productos de Damm, desde el diseño a los planes de reducción de emisiones, la gestión de los recursos naturales y los residuos en sus fábricas de cerveza.
Damm cuenta con programas dirigidos a la mejora continua de procesos industriales así como iniciativas para promover la eficiencia energética en todos los centros de producción, con la finalidad de minimizar su impacto sobre el planeta.