
La Hostelería en España es estratégica aportando competitividad a otros sectores de nuestra economía. La Hostelería, antes del Covid-19, representaba el 6,2% del PIB. Generaba empleo directo para más de 1,7 millones de personas, en sus más de 315.000 establecimientos, con una facturación superior a 129.000 millones de euros. Son en su mayoría empresas familiares y autónomos, de pequeña dimensión, lo que las hace especialmente vulnerables ante la caída de ingresos. El 95% de los negocios tienen menos de diez empleados y de ellos el 45% no cuenta con trabajadores, por lo que un elevado porcentaje de estos negocios depende exclusivamente de los autónomos, grandes perjudicados por esta crisis.
El año 2021 no comenzó mejor a como terminó 2020, debido al aumento de las restricciones derivadas de la tercera ola. Desde el mes de junio, gracias al consumo nacional, ya que las restricciones hacen que el balance en el turismo internacional siga siendo muy negativo, se empiezan a constatar aumentos en la actividad. La restauración, empujada por el consumo interno, muestra una recuperación más acelerada, pero quedan muchos bares, sin terraza y zonas dependientes del turismo internacional, que siguen gravemente afectadas.
En la media del sector la cifra de negocios hasta agosto comparando con 2019, todavía supone un descenso cercano al 40%. Respecto a 2019 nos muestra descensos; de un 32,7% en restauración y de un 53% en alojamiento.
Respecto al empleo, en los nueve primeros meses del año había 1,4 millones de trabajadores, 63.000 menos que en el mismo período del año anterior. No obstante, los datos del empleo desde el mes de junio reflejan el impacto positivo de la relajación de las medidas con una recuperación del empleo respecto al año anterior, aunque todavía no se han alcanzado los niveles precrisis con 238.000 trabajadores menos que en 2019. Además, en septiembre aún estaban acogidos a Ertes 92.000 personas, el 37% del total.
En lo que va de año, los precios en restauración se mantienen contenidos y evolucionan en tasa interanual por debajo del IPC general. Las actividades de restauración tienen un crecimiento acumulado de un 1,6% hasta octubre, frente al 5,4 % del IPC. El sector hostelero está afectado por las fuertes subidas de la electricidad y ciertos productos de los que depende en gran medida, como las bebidas y los aceites.
Son ineludibles mejoras en la gestión de las empresas, digitalización, sostenibilidad y formación como vía para la profesionalización
En verano la hostelería ha tenido un fuerte impulso respecto a 2020, con una caída de la facturación respecto a 2019 que se ha situado entre un 20-30%. Esta recuperación esperamos que vaya mejorando en lo que queda de año, aunque todavía se mantendrá por debajo de los niveles precrisis, situación que permanecerá durante 2022 hasta al menos el comienzo de 2023, en el mejor de los escenarios.
La recuperación derivada del progresivo decaimiento de las restricciones puede verse lastrada por el aumento generalizado del coste de los precios para las empresas. España en comparación con algunos de los principales países de nuestro entorno ha sufrido el mayor incremento del precio de la luz con respecto al año pasado, a lo que se suma que también ocupa los primeros puestos en inflación en los productos de alimentación. Todas estas subidas pueden suponer una pérdida de entre 3 y 4 puntos en el ajustado margen de los negocios, lo que, tras más de un año y medio en una situación desesperada, puede dejar a muchos negocios al borde del abismo.
En cualquier caso, es el momento de empezar a diseñar la hostelería de la recuperación que marque las líneas del sector del futuro. Esta reconversión pasa por algunos aspectos ineludibles: mejora de la gestión de las empresas, digitalización, sostenibilidad y formación como vía para la profesionalización.
Tenemos el compromiso como empresas y, como personas, de contribuir a minimizar el impacto ambiental. Por ello, estamos trabajando ya en proyectos Calles Vivas y Huella Verde para reducir la huella de CO2. La formación y profesionalización del sector es fundamental para mejorar la experiencia del cliente. En esta línea ha nacido Campus de Hostelería, que desde el profundo conocimiento sectorial y de las necesidades de sus trabajadores, nace con la vocación de convertirse en el centro formativo de referencia del sector. Por otro lado, la hostelería no puede quedarse al margen la revolución digital que está viviendo nuestro país, y para ello es necesario el apoyo de las Administraciones para que esta digitalización llegue a todos y cada uno de los negocios.
Todo esto lo tenemos que hacer para seguir siendo un sector con futuro, que aporta competitividad a otros sectores y hace de España un atractivo destino para la inversión, y así mantener nuestro importante peso en la economía nacional.