Economía

La precariedad y la reforma de pensiones retrasarán hasta seis años la jubilación de los jóvenes

La llegada más tardía de los jóvenes al mercado laboral; la alta presencia de contratos a tiempo parcial (un 25,3% de los jóvenes, 12 puntos por encima de la media del conjunto de la población); la tasa de temporalidad (que dobla a la media 34,4% vs 15,9%); los salarios, un 34% inferiores a la media; el lento progreso de sus ingresos, y la reforma de pensiones supondrán que, aquellos que se jubilen en 2065 tendrán que retrasar su retiro hasta seis años si quieren mantener su nivel de vida.

Es la principal conclusión del último informe publicado por la Fundación BBVA y el Ivie, Presente y futuro de la juventud española, que señala que las condiciones precarias de los jóvenes no solo afectan a su calidad de vida actual, sino que también tiene efectos a largo plazo. "Hará más difícil completar carreras laborales suficientemente largas para lograr una pensión a la edad ordinaria de jubilación que le permita mantener su nivel de vida previo", detalla el documento. La tasa de ocupación de los que tienen entre 16 y 29 años se situó en el 43,2% en 2024, 15 puntos porcentuales por debajo de la que se registraba en 2007 para ese mismo grupo de edad (58,7%).

Según explica el estudio, los que se jubilen en 2065 y que solo hayan podido cotizar 30 años debido a su entrada tardía en el mercado laboral, tendrán que compensar sus menores cotizaciones demorando la jubilación hasta los 71años.

Con la legislación actual, detalla, se obtendrá una tasa bruta de reemplazo -la relación entre la primera pensión anual de jubilación que recibiría una persona y su salario anual en el último año de vida laboral- del 90% (lo que significa mantener el nivel de vida previo) con 40 o más años cotizados y con una edad de jubilación de 65 años.

Es decir, para mantener el de vida con una carrera laboral de 35 años se deberá demorar la jubilación hasta los 68 años, y hasta los 71 años con sólo 30 años cotizados.

Además, recuerdan que la tasa de reemplazo será menor cuando la duración de la carrera laboral sea más baja, es decir, la pensión será más reducida respecto al último salario. "Esto, si lo unimos a unos salarios más bajos de base, podría dar lugar a problemas de suficiencia, y por lo tanto un nivel de bienestar mermado tanto durante su vida laboral como tras la jubilación", aseguran.

Según BBVA y el Ivie, lo único que podrá aumentar esta menor pensión es que estos jóvenes dispongan de un ahorro acumulado suficiente (pensión privada, herencias, etc.).

Más cotizaciones

Por otro lado, el estudio también recuerda que la reforma de pensiones aprobó una serie de cotizaciones que no tienen impacto en la pensión de los que ahora son jóvenes: el Mecanismo de Equidad Generacional (MEI, una cotización finalista dedicada a llenar la 'hucha de las pensiones) y la cuota de solidaridad (que afecta a los salarios más altos). En concreto, el mecanismo de equidad intergeneracional, aumenta el tipo de cotización en 0,1 puntos porcentuales por año desde el 0,8% en 2025 hasta el 1,2% en 2029. Una tasa que podrá aumentar en caso de mayor tensionamiento del sistema.

Como consecuencia, "los jóvenes deberán realizar un mayor esfuerzo de aportaciones a la Seguridad Social para recibir una pensión con una tasa de reemplazo (relación entre la primera pensión y el último salario) dos puntos porcentuales más baja que la actual".

La precariedad en 2024

Las cifras de precariedad de 2024 muestran que el 25,3% de jóvenes trabaja con contratos a tiempo parcial (12 puntos por encima de la media del conjunto de la población), que la tasa de temporalidad de la juventud ocupada también dobla el promedio (34,4% vs 15,9%), que los salarios son un 34% inferiores a la media y el progreso de sus ingresos a lo largo de la vida laboral es más lento. De hecho, mientras las cohortes anteriores alcanzaban una base de cotización similar a la media antes de los 27 años, actualmente, a los 34 años todavía no la han alcanzado.

Esta precariedad laboral se traduce en menores ingresos. Los jóvenes de 16 a 29 años viven en hogares con rentas en el en torno de 20.800 euros anuales en 2023, un 4,2% inferiores a la media de los hogares.

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