Transportes

Vueling rechazó hace un mes el plan de los pilotos para evitar el colapso

  • La cúpula se reunió con Sepla para que cedieran días libres, como ofrecieron
Imagen de EFE

Vueling no tomó las medidas necesarias para evitar que el caos se instalara en el aeropuerto de El Prat a pesar de las reiteradas advertencias de la plantilla. Los pilotos de la aerolínea, que aseguran que las cancelaciones y los retrasos son el pan de cada verano, no sólo denunciaron ante la nueva cúpula que "los fallos operativos y la mala planificación" iban a colapsar a la compañía, si no que hace un mes presentaron un plan de productividad para aumentar el margen de maniobra de la firma ante el alza de la oferta, la demanda y las huelgas de los controladores aéreos franceses. Contactada por elEconomista, la aerolínea ha declinado hacer comentarios.

Sin embargo, la nueva directiva rechazó la propuesta alegando que no había ningún riesgo que amenazara el cumplimiento de la programación en la época estival, tal y como explicaron a este diario fuentes de Sepla, el sindicatos de pilotos.

La magnitud de la crisis a la que se enfrenta Vueling, que ha reconocido públicamente que "no tiene flexibilidad para recuperar los vuelos perdidos" y que "no se reforzó lo suficiente para reaccionar con garantías a la crisis vivida", ha obligado a la cúpula de compañía a recular y el martes se reunió con los representantes sindicales de los pilotos para incluir en el plan de contingencia solicitado por Fomento su propuesta de productividad.

El plan contempla que cada piloto en activo ceda dos días libres cada mes (seis en total para julio, agosto y septiembre) para "hacer frente a los imprevistos y poder recuperar la normalidad", aseguró Javier Sánchez-Prieto en una nota de prensa. "Este plan supone un esfuerzo extraordinario que hacen los pilotos demostrando el compromiso que tienen", dijo por su parte Jose María Font, jefe de la sección sindical de Sepla en Vueling.

Quejas por la "mala gestión"

Los pilotos no regalan los días libres a la compañía, que tendrá que pagárselos o devolvérselos durante la temporada de invierno. "Los pilotos de Vueling son los peor pagados de las aerolíneas y la políticas de contratación temporal les penalizan mucho, no pueden regalar los días libres aunque están arrimando mucho el hombro para sacar adelante toda la producción posible", explicaron fuentes cercanas al colectivo.

Además del plan de productividad presentado hace un mes, los pilotos de Vueling iniciaron el proceso para presentar una denuncia oficial ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento, por la "nefasta gestión" y porque la "programación estaba sobredimensionada" y era "difícil de cumplir".

Finalmente, los pilotos decidieron no presentar la queja formal, porque habían llegado a un acuerdo con la compañía, tal y como explicaron fuentes cercanas al colectivo.

En esta misma línea, un colectivo de TCP agrupado bajo el sindicato Stavla, envió una serie de correos electrónicos a AESA denunciando que la "operativa se había vuelto insostenible".

Según publicó el diario El Mundo, las tripulaciones enviaron un email el pasado 13 de abril tanto a la cúpula directiva como a AESA alertando de que "cualquier mínimo incidente se convertiría en un caos que la compañía no es capaz de solventar durante días".

Y es que el caos de Vueling esconde un problema de personal y una programación de vuelos muy ajustada, que limita la capacidad de reacción de la compañía. Por ejemplo, la aerolínea de bajo coste no tiene suficiente personal ni aviones para que cubran huecos en caso de incidencias, lo que en más de una ocasión les ha obligado a externalizar la producción para cumplir.

Fuentes consultadas por este diario también culpan a la política de personal de la compañía de una parte del caos. "Contratan pilotos temporalmente para cubrir la temporada alta y no se les mantiene después en plantilla. A algunos, los vuelven a contratar la temporada siguiente", señala un antiguo piloto de Vueling.

Esta política, con una importante parte de contrataciones temporales, provoca que cuando necesitan pilotos no haya disponibilidad y se vean obligados a subcontratar tripulaciones y aviones. "Incluso Ryanair mantiene a algunos durante el invierno, que se entrenan con simuladores, para estar preparados cuando llega la temporada alta", afirman estas fuentes.

Normalidad en El Prat

El aeródromo de Barcelona, El Prat, amaneció ayer sin colas ni quejas. Vueling registró una puntualidad inusual a primera hora de la mañana, del 85%. Por la tarde, las salidas y llegadas se sucedieron a la hora prevista, con apenas media hora de retraso.

Aunque la verdadera prueba de fuego será los dos próximos fines de semana, con la segunda fase de la operación salida. Los empleados temen que los recursos vuelvan a escasear y no se muestran del todo confiados en que las nuevas incorporaciones sean suficientes.

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