
El máximo responsable de la red social Facebook, Mark Zuckerberg, anunció que la firma investigará "todas las aplicaciones que accedieron a grandes cantidades de información" antes de 2014, cuando se les impuso limitaciones, y que ampliará sus restricciones a desarrolladores para evitar "abusos".
Tras cuatro días de silencio, Zuckerberg publicó un mensaje en su página de Facebook donde asegura que la red social tiene la "responsabilidad" de proteger la información de sus usuarios. "Si no podemos hacerlo, entonces no merecemos serviros", señaló.
"La buena noticia es que la mayor parte de las acciones para prevenir que esto ocurra de nuevo ya fueron tomadas hace años. Pero también cometimos errores, hay más por hacer, necesitamos dar un paso adelante y hacerlo", continúa, antes de relatar la cadena de sucesos en la que se remonta hasta 2007.
Entre las nuevas medidas anunciadas por el CEO de Facebook se encuentra la restricción de acceso a los desarrolladores. "Por ejemplo, quitaremos el acceso de los desarrolladores a tus datos si no has usado su aplicación en tres meses", apunta. Y obligará a estos a firmar un contrato para que no puedan recabar información extra del usuario sin pedírselo previamente.
Zuckerberg se pronunció así en un texto en su perfil de la plataforma tras la polémica filtración de datos de unos 50 millones de usuarios a la consultora británica Cambridge Analytica, vinculada con la campaña electoral de 2016 del actual presidente de EEUU, Donald Trump.
Posibles sanciones y críticas políticas
El acceso inapropiado a los datos de 50 millones de usuarios por parte de la consultora británica, Cambridge Analytica, ha escandalizado a los reguladores estadounidenses, europeos y británicos. Bloomberg adelantó el martes que la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC, por sus siglas en inglés) estaría investigando si este último incidente, que la red social ha evitado calificar como una brecha de seguridad, viola el decreto firmado por Facebook con esta agencia reguladora en 2011.
Por aquel entonces, la compañía se comprometió a obtener el consentimiento de sus usuarios a la hora de realizar ciertos cambios en la configuración de sus parámetros de privacidad. Este acuerdo llegó después de que el Gobierno de EEUU hubiera determinado que la red social engañó a los consumidores, obligándoles a compartir más información personal de lo que pretendían.
Si la FTC determinase que la filtración de datos relacionada con Cambridge Analytica incumple lo acordado previamente con Facebook, la agencia podría castigar a la compañía con más de 40.000 dólares (32.000 euros) por infracción, lo que se traduciría en una multa multimillonaria.
La situación también ha generado una profunda animadversión entre los legisladores estadounidenses. En una declaración conjunta, la senadora demócrata Amy Klobuchar y su homólogo republicano John Kennedy, indicaron como "Facebook, Google y Twitter han acumulado una cantidad sin precedentes de datos personales y usan esta información cuando venden publicidad, incluidos anuncios políticos".
"La falta de supervisión sobre cómo se almacenan los datos y cómo se venden los anuncios políticos plantea inquietudes sobre la integridad de las elecciones estadounidenses, así como sobre los derechos de privacidad", añadieron.
A este movimiento de los legisladores y cargos públicos se están sumando los usuarios de la red social, que bajo el reclamo #DeleteFacebook (borre Facebook) llaman a darse de baja del servicio y eliminar así todo rastro que pueda quedar en la plataforma.
Entre los destacados nombres que se apuntado a esta corriente se encuentra Brian Acton, uno de los fundadores de WhatsApp, compañía que fue vendida a Facebook en 2014 para potenciar el impulso social de la compañía de Zuckerberg.