Después de que Samsung haya acometido una retirada y sustitución de su teléfono Galaxy Note 7 por nuevos modelos debido a un fallo en sus baterías, ahora, uno de estos nuevos teléfonos reemplazados y especificados como seguros ha combustionado espontáneamente en un avión comercial de Southwest Airlines.
Brian Green, el dueño de el Note 7 afectado explicó a The Verge que efectivamente el teléfono se trata de uno de los modelos nuevos y que recibió por parte del operador AT&T el pasado 21 de septiembre.
El Note 7 estaba marcado como reemplazado, ya que contaba con el icono verde de la batería y en la caja contaba con la pegatina identificativa que lo califica como seguro. Asimismo, The Verge ha comprobado el IMEI del terminal en la página de Samsung y la web de la compañía especifica que es uno de los terminales no afectados por el caso de las baterías.
Green explica había apagado el teléfono según había solicitado la tripulación de vuelo y lo puso en su bolsillo cuando de repente el teléfono comenzó a expulsar humo y lo tiró al suelo. El usuario explica que el teléfono tenía en torno al 80% de batería cuando se produjo el incidente y que sólo utiliza un cargador inalámbrico desde que recibió el dispositivo.
Por su parte, Samsung Electronics ha afirmado que examinará el dispositivo incendiado que obligó a evacuar un vuelo en EEUU para comprobar si se trata, tal y como indican las evidencias, de que se trata de uno de los Galaxy Note 7 posteriores a la revisión.
"Hasta que seamos capaces de recuperar el dispositivo, no podemos confirmar que este incidente implique al nuevo Note 7. Estamos trabajando con las autoridades de Southwest para recuperar el dispositivo y confirmar la causa. Una vez que hayamos examinado el dispositivo tendremos más información para compartir", expresó Samsung Electronics en un comunicado.
