
Zegona se está tomando más tiempo del acordado en la due diligence, o revisión exhaustiva de las cuentas de Yoigo. Todo apuntaba a que la firma de capital riesgo formalizaría sus intenciones antes del pasado viernes, fecha en la que concluía la exclusividad que mantenía la filial española de TeliaSonera con el fondo británico. Pero eso no ocurrió. Mientras tanto, MásMóvil se posiciona: comprará PepePhone por más de 150 millones y después irá a por Yoigo.
Los motivos por los que Zegona demora su compromiso de compra los conocen las partes implicadas, aunque eso no impide al mercado hacer sus cábalas. Podría haber ocurrido que en el análisis de las cuentas de Yoigo, Zegona hubiera encontrado más aristas insospechadas. Esa posible contrariedad podría haber animado a Zegona a replantearse la operación o a rebajar el precio, con el consiguiente disgusto de TeliaSonera.
Con las cuentas a la vista, también pudiera ser que Zegona no perciba todas las sinergias que pretendía crear entre Telecable y Yoigo, lo que complica su futuro y, por tanto, su capacidad para captar fondos. Estaba claro que la integración de Telecable y Yoigo rebajaría la factura de roaming nacional del operador asturiano gracias a la red de Yoigo allá donde sea posible, aunque también tendría que negociar un cambio de operador de red, con los problemas que supone romper contratos en vigor. Telecable trabaja con la infraestructura móvil de Vodafone y Yoigo hace lo propio con Movistar en las zonas en las que no accede con su s recursos.
También podría ocurrir que los socios de Yoigo no estén dispuestos a vender a Zegona sus respectivas participaciones. ACS, FCC y Abengoa por ahora no sueltan prendan. Por un lado, los empresas podrían hacer caja... o mantenerse en la sociedad en espera de que la nueva Yoigo aumente su valor ante la eventualidad de fusiones con los operadores de cable del norte. Si ACS vendiera su 17% de Yoigo podría ingresar 76 millones, ya que la teleco ahora se valora en 450 millones. Pero en el caso de que ACS desinvierta en Yoigo, la constructora tendría que reconocer unas minusvalías de 122 millones respecto a la tasación que contempla en sus cuentas, con el castigo que supondrá en bolsa. ACS asume un valor de Yoigo de 198,3 millones. Por el contrario, FCC ya ajustó el importe de su participación en Yoigo a un precio más realista, de forma que el 3,44% lo cifra en 11,2 millones, lo que arroja una valoración de Yoigo de 325 millones, una cifra 3,6 veces inferior al que estimaba ACS.
En semejante río revuelto, ha irrumpido la alternativa de MásMóvil, operador siempre interesado en crecer, pero sólo en el caso de que el precio y las condiciones les resulten favorables. La financiación de la operación se presume complicada, pero no imposible. A su favor juega una mayor capacidad para generar sinergias con Yoigo que las que puede poner en marcha Zegona.