Retail - Consumo

El vino español pide a Europa eliminar aranceles para evitar la guerra comercial con Trump: "No hay alternativa a EEUU"

  • La patronal reclama a Bruselas anular los aranceles a las bodegas norteamericanas
  • La Federación del Vino apuesta por el crecimiento en Canadá, Brasil y México
José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino

La posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a los vinos europeos ha hecho saltar las alarmas en el sector. Aunque se mantiene todavía la incertidumbre, la preocupación es máxima y las empresas no han dudado en dirigirse a Bruselas para pedir contención y agotar la vía diplomática.

Esta misma semana, el Comité Europeo de Empresas de Vino (CEEV), la patronal que agrupa a las grandes organizaciones nacionales, ha presentado un escrito dentro del periodo abierto de consultas para solicitar a la Comisión Europea recuperar el tratado de libre comercio alcanzado en 2008 -el denominado wine agreement- y eliminar todos los aranceles al vino y a las demás bebidas alcohólicas procedentes de EEUU. A la espera de la decisión que tome Donald Trump, que llegó a amenazar con un arancel de hasta el 200%, Europa grava ahora con una tasa de 15,4 euros por hectólitro al vino norteamericano mientras que la tasa estadounidense al europeo se situaba solo en 5,78 euros. En el caso de los espumosos el arancel es algo mayor, de 32 euros en Europa y de 18,17 en Estados Unidos.

Tasas residuales

"Las tasas que hay ahora son residuales pero necesitamos que se deje fuera al vino de las posibles batallas comerciales y que se eliminen posibles barreras técnicas a la importación. Estados Unidos es un mercado muy importante para nosotros y no hay alternativa posible", explica en un encuentro con elEconomista.es José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV), que representa los intereses de 900 bodegas y el 83% de la facturación del vino envasado. Las bodegas españolas alcanzaron el año pasado unas ventas a EEUU de 334,8 millones, un 6,9% más. El mercado norteamericano se consolidó así en el quinto puesto como receptor de los vinos tranquilos en envases de menos de dos litros, con 40,7 millones de litros, por detrás de Reino Unido, Alemania y Portugal.

"Tenemos una gran oportunidad en otros países de América, como Canadá, Brasil o México, y queremos hacerlo también en el sudeste asiático, pero quiero dejar claro que no hay ninguna alternativa posible a EEUU. Es un mercado insustituible, en el que hemos hecho inversiones muy fuertes en y en el que contamos con estructuras comerciales sólidas", dice Benítez. Y por si todo eso fuera poco es el tercer mercado para España en precio medio por litro, por detrás de Suiza y México. Con un consumo estabilizado, para el responsable de la Federación del Vino, "el sector tiene que crecer en valor más que en volumen". Más allá del problema arancelario, Benítez defiende la responsabilidad del sector al apostar por un consumo responsable y pide que no se criminalice al vino ni desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni a nivel español.

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