
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha acordado con el socialista Pedro Sánchez comenzar el debate de la moción de censura -admitida a trámite por la Mesa- el próximo jueves 31 de mayo y celebrar la votación el viernes 1 de junio, según han indicado fuentes de Ferraz. El PSOE necesitará 176 votos a favor para sacarla adelante, algo que parece estar condicionado a estas exigencias que tendría que aceptar Pedro Sánchez para echar a Rajoy.
La presentación de la moción de censura ha sido comunicada al Palacio de la Moncloa y a los grupos parlamentarios en una Junta de Portavoces convocada de urgencia. Además, el órgano de gobierno de la Cámara ha abierto también un plazo de dos días para dar la oportunidad de presentar mociones con candidatos alternativos, para las que se exigen los mismos requisitos y que, en su caso, se debatirán conjuntamente.
Habiendo sesión plenaria ordinaria convocada esta semana, en principio no se calculaba el debate esta semana, pero finalmente todo se ha acelerado y, a diferencia de lo ocurrido hace un año con la censura promovida por Pablo Iglesias, esta vez la moción de censura se va a debatir el primer día que es posible convocarlo.
La moción de censura del PSOE, que va firmada por sus 84 diputados, presenta la candidatura de Pedro Sánchez con un escrito motivado justificando su presentación. El candidato ha hecho un llamamiento a todos los diputados del Congreso, incluyendo a los de partidos independentistas. Sánchez promete "estabilidad y elecciones" si gana la moción de censura contra Rajoy.
De entrada, tiene asegurado el apoyo sin condiciones de los 67 diputados de Unidos Podemos (aunque ahora deja la última palabra a las bases en una nueva consulta), y de los cuatro de Compromís, con lo que cuenta con 155 votos. Se da también por seguro el voto de Nueva Canarias, socio electoral del PSOE que aporta un diputado y que, eso sí, no quiere que se alteren los acuerdos que llegó con el Gobierno de Rajoy para los Presupuestos.
A partir de ahí, y una vez que Ciudadanos se ha desmarcado de la moción de censura y dado otro ultimátum a Rajoy que pasa por elecciones en otoño (pero Génova confía en agotar la legislatura) el PSOE necesita asegurar el apoyo de los independentistas catalanes de ERC y del PDeCAT, que suman 17 votos y que exigen respeto para su presidente de la Generalitat, Quim Torra, y al final todo dependerá del PNV, cuyos cinco votos ya fueron determinantes para que Rajoy sacara adelante sus presupuestos.
El debate lo abre el PSOE
El debate de la moción de censura, según el Reglamento de la Cámara, se inicia con la defensa de la propuesta, sin límite de tiempo, por parte de uno de los diputados que firman la iniciativa, y, a continuación, también sin límite de tiempo, podrá intervenir el candidato a la Presidencia propuesto en la moción para que exponga el programa político de su hipotético Gobierno. Aunque Pedro Sánchez no es diputado, nada impide que pueda ser candidato a la Presidencia del Gobierno.
Tras el correspondiente receso que decida la Presidencia de la Cámara, será el turno de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, que contarán con treinta minutos para intervenir y diez minutos de réplica.
Una vez debatida la moción, se procederá a su votación y, en caso de reunir al menos 176 votos necesarios para ser aprobada, la Presidencia del Congreso deberá comunicarlo inmediatamente al Rey y al presidente del Gobierno, puesto que el candidato a presidente se entenderá que ha recibido la confianza de la Cámara.
En caso de que la moción fuese rechazada, los firmantes de la misma no podrán firmar otra durante el mismo período de sesiones, según establece la Constitución, por lo que, en ese escenario, los diputados del PSOE no podrían volver a plantear otra moción hasta septiembre.