
Los precios en Reino Unido dan un respiro a la economía después de superar el 3% a finales de 2017 y retroceden a niveles de mayo del año pasado. La tasa anual de IPC en marzo retrocedió dos décimas al 2,5%, por debajo del consenso de analistas que esperaban que se mantuviera en el 2,7%.
En términos mensuales sube un 0,1% frente al 0,4% de febrero. La inflación subyacente, que no recoge la evolución de los precios de la energía y productos perecederos por su alto componente de volatilidad, también retrocede una décima en tasa anual al 2,3% y retrocede cuatro décimas al 0,7% en términos mensuales.
La sorprendete caída registrada en marzo puede influir en las intenciones del Banco de Inglaterra (BoE) de subir tipos de interés. El consenso del mercado espera que en la reunión de mayo eleve las tasas por segunda vez en seis meses, teniendo en cuenta que el objetivo de inflación sigue superando el 2%. Pero si se crea una tendencia de caída de los precios pondrá en cuestión más alzas de tipos para final de año.
La reacción en el mercado no se ha hecho esperar después de que la ONS publicara las cifras. La libra retrocede un 0,77% frente al dólar y la bolsa de Londres reacciona al alza con una subida del 0,8%.
Según la agencia de estadística británica, se debe al pero comportamiento del textil, principalmente de la ropa de mujer que registró una subida más lenta de lo habitual en esta época del año.
El indicador de precios de la vivienda mostró una ganancia anual de 4,4% en febrero, por debajo del 4.7% en enero. Los precios en Londres cayeron por primera vez desde 2009.