
Desde el lanzamiento de Smart Social, nacida de las redes sociales, la filosofía de su gestor Antoni Fernández ha sido ir a contracorriente de las bolsas. Sin llegar a cumplir tres años es la tercera vez que logra doblegar al mercado con fuertes ganancias. La última vez ha sido en estos días con una posición a corto abierta del 90% de su cartera contra el Nasdaq, Eurostoxx y el Dax.
Contra las críticas, contra el mercado y a pesar de las pérdidas acumuladas en 2017, la sicav obtuvo un rendimiento negativo del 9,5%, Fernández, gestor de Smart Social Sicav se ha mantenido firme en sus convicciones. "Los mercados están sobrevalorados y capitalizaremos el movimiento bajista que van a experimentar los índices en las próximas semanas y meses". Era la respuesta del responsable del vehículo de inversión a los partícipes que veían cómo su patrimonio se reducía según se producía máximo tras máximo en las bolsas mundiales.
La hora de recoger beneficios ha llegado, tal como pronosticaba Fernández en diciembre, cuando le preguntaban por los números rojos de la sicav. "Las bajadas se producirán de forma abrupta y no estamos muy lejos de ello", afirmaba.
A cierre de enero, cuando las bolsas mundiales estaban eufóricas con el espectacular arranque del año y Smart Social encajaba más rentabilidad negativa (-3,85% frente a la subida del 4% del Ibex 35), Fernández mantenía el 90% de su cartera en posiciones bajistas contra los principales índices bursátiles.
La apuesta del gestor era una caída clara del Nasdaq, Eurostoxx y Dax con posiciones cortas del 29%, 30% y 31% de la cartera, respectivamente. En los últimos cuatro días de caídas del mercado la sicav ha ganado alrededor de un millón de euros, según los últimos datos que ofrece Morningstar, superando los 30 millones de patrimonio.
La clave está en la volatilidad
Fernández explica a elEconomista que las últimas correcciones del mercado les ha pillado "muy bien posicionados". Mientras el mercado perdió un 2% en Europa y un 4% en Estados Unidos en dos sesiones, Smart Social sicav ganó casi dos puntos de rentabilidad. Algo que le ha servido para ponerse en positivo en el año, en el que según el último dato gana aproximadamente un 0,6%.
De momento, se está cumpliendo el escenario que anticipaba Fernández "en cuanto la volatilidad repunte el escenario cambiará por completo y podremos ver el alto potencial de nuestra cartera".
Fernández no es de cambiar de estrategia con facilidad. Desde el pasado mes de abril tiene abierta la posición bajista contra el mercado, lo que provocó fuertes pérdidas en 2017. Ante las dudas de si nos encontramos ante una corrección pasajera en las bolsas, la pregunta es obligada: ¿cambiará su estrategia? Fernández responde que no con rotundidad y justifica que "aún hay mucho recorrido a la baja". Su objetivo actual es de un 15% de corrección, con un segundo objetivo con potencial del 33%.
Apuesta de todo o nada
La fuerte apuesta con solo un 1% en liquidez y el 9% en posiciones alcistas en determinados valores ha provocado críticas y polémicas contra este vehículo de inversión. El propio origen de la sicav, gestada en la red social Finect, ha hecho que el enfado de algunos de sus inversores se airee públicamente.
Férnandez no había gestionado profesionalmente patrimonios ajenos hasta que no tomó los mandos de Smart Social en 2015. De hecho, consiguió el puesto al ganar un concurso de gestión de carteras organizado en la red social de inversores Unience, actualmente Finect, y que fuel el germen de la sicav.
El gestor ha aguantado la presión pública y la salida de patrimonio. Smart Social encadena diez meses seguidos con salidas de dinero netas, según Morningstar, que suman ya 15 millones de euros desde abril del año pasado. Y actualmente cuenta con solo 1.056 inversores frente a los 1.786 que llegó a tener hace solo un año.
Un historial de éxito
La sicav copó titulares de admiración en sus primeros años. En 2016 ganó un 12,8% frente a la caída del 2% del Ibex 35. Fernández batió a las sicavs más populares y rentables del mercado. En los últimos años este tipo vehículo de inversión se ha democratizado y ya no solo funciona como instrumento para grandes fortunas, casi funciona. Smart Social nació en parte con esta vocación.
La firma recién lanzada dio el primer pelotazo bursátil en verano de 2015 con las turbulencias financieras en China. Apostó por un descalabro bursátil a nivel global y Fernández acertó. Repuntó su rentabilidad un 4% cuando todo el mundo perdía dinero. A comienzo de 2016, volvió a repetir exitazo con su operativa. Fernández dejó que las Bolsas volvieran a caer y tomó posiciones alcistas los grandes índices Smart Social Sicav logró una rentabilidad en ese primer trimestre del 7,8%.
Sin embargo, el año pasado no fue tan fructífero al intentar anticiparse al mercado antes de tiempo. "Una de las causas principales de que la estrategia actual tarde más en obtener resultados es la baja volatilidad del periodo que provoca que los movimientos sean lentos y pausados", se justifica Fernández en su informe de gestión de enero en el que anunció pérdidas del 3,85%.
El experto ha tenido desde hace tiempo un fuerte escepticismo sobre la evolución positiva que ha tenido los mercados en el último año. Como tarjeta de presentación en Twitter recuerda que vivimos tiempos en los que está gestando a la vez varias burbujas financieras en divisas digitales, tecnológicas, turismo o en renta fija.
Y no tiene reparos en citar las advertencias del expresidente de la Reserva Federal Alan Greenspan de que también hay una burbuja en renta variable. Ahora mismo no se sabe si Fernández volverá la tener a razón. El mercado le ha dado un poco la razón con los últimos descensos, pero insiste: "No recuerdo una señal técnica o fundamental más bajista y más potente" que la publicidad de Banco Santander en prime time anunciando su fondo estrella. Si se cumple la previsión del gestor de Smart Sicav, las caídas en bolsa no han terminado ni mucho menos y ganará millones.