Bolsa, mercados y cotizaciones

La rentabilidad del bono americano a corto plazo iguala el dividendo del S&P

  • El bono a 1 año ofrece un 1,86%, frente al 1,92% que se espera retribuya el índice
  • El 'T-Note' ha pasado del 2,3% al 2,8% en tan sólo un mes y medio

La correlación que existe entre los mercados de renta fija y de bolsa es el eje que dirige el mercado en las últimas sesiones. Las ventas se han impuesto en el mercado de deuda, tanto en Estados Unidos como en Europa, desde mediados de diciembre. En EEUU el bono con vencimiento a 1 año ha vuelto a niveles no vistos desde la quiebra de Lehman, superando el 1,88%, por encima del 1,86% que repartió en dividendos el índice de bolsa estadounidense S&P 500 el año pasado. La deuda alemana a 10 años ha pasado del 0,3% en diciembre, hasta el 0,73% actual, mientras el estadounidense a 10 años ha pasado del 2,3 al 2,8%. Dos años han tardado en reaccionar los títulos de deuda del gigante norteamericano desde la primera subida de tipos en EEUU, donde el precio del dinero ha pasado del 0 al 1,5% en este periodo.

Las mayores rentabilidades de la deuda son un freno para la bolsa: desde los máximos de enero las caídas ya superan el 5,2% en el caso del EuroStoxx, y de más del 6% para el Dow Jones estadounidense, con pérdidas ayer, a pocas horas del cierre de Wall Street, que rozaban el 2% en el caso del selectivo americano. En Europa los principales índices han vuelto al terreno negativo de forma general, con el EuroStoxx cayendo ya un 0,7% en el ejercicio, mientras el Ibex cotiza en mínimos del año, aunque aún logra una rentabilidad anual del 0,2%.

El juego de las expectativas

Para entender el impacto de las subidas en rentabilidad de la deuda en las ventas que está sufriendo la bolsa puede ayudar plantearse la siguiente pregunta: ¿Dónde invertiría usted: en un activo con apenas riesgo, como es la deuda estadounidense a 1 año, que ofrece una rentabilidad del 1,86% en este momento, o en un índice de bolsa como el S&P 500, con un dividendo estimado del 1,92% para este año? Hay expertos, como Enrique Lluva, subdirector de gestión de renta fija en Imantia, que consideran que todavía no se está viendo una rotación de activos desde la bolsa hacia la deuda, pero que sí existe una relación entre los niveles de la renta fija y las ventas que se están produciendo en renta variable: "Está activándose el juego de las expectativas. Creo que los mercados están barajando que se ha iniciado un movimiento en la deuda que quizá tiene más recorrido de lo que se pensaba, porque el repunte del bono americano se está produciendo a una velocidad endiablada". En relación con esto, el experto remarca que "no está saliendo dinero de renta variable hacia renta fija, está saliendo dinero de renta variable, ante la posibilidad de que habrá, con el proceso de normalización de la política monetaria, una alternativa en la renta fija".

No sólo la rentabilidad del dividendo del S&P 500 es importante para la relación entre bolsa y renta fija: desde Bloomberg destacan otros aspectos que también pueden estar teniéndose en cuenta: los beneficios del S&P 500 son ahora un 4,3% del tamaño del índice, y la diferencia entre este porcentaje y la rentabilidad que ofrece el T-Note en este momento está en mínimos de casi 8 años, en 1,5 puntos porcentuales. La agencia destaca cómo hay muchos analistas que utilizan este método para encontrar el valor relativo entre los dos activos.

Perspectivas de los expertos

Con una rentabilidad del 6% en enero, las recientes ventas experimentadas por el S&P 500 han despertado fantasmas del pasado entre los inversores y operadores más veteranos. No es para menos. Durante los 12 años desde 1950 en que este indicador ha acumulado una ganancia de más del 5% en el primer mes del año, sólo 1987 registró caídas durante los once meses posteriores. De ahí que algunos intenten encontrar síntomas que aventuren cualquier posibilidad que desemboque en una catástrofe bursátil como la experimentada en aquel fatídico lunes, 19 de octubre, de 1987.

Aún así, entre los grandes bancos todavía no ha cundido el pánico. "Al contrario que por aquel entonces, las rentabilidad acumulada está respaldada por las revisiones sobre los beneficios por acción", señala David Kostin, estratega jefe de Goldman Sachs, en un informe a sus clientes. "Un PIB más fuerte, el incremento en los precios de las materias primas y un dólar más débil que nuestro escenario base podrían incluso extender nuestras proyecciones más allá de la meta de los 2.850 puntos" (en referencia al S&P 500). Lejos de achantarse, Kostin y su equipo hablan incluso de los 3.000 puntos para este índice bursátil, lo que implicaría una rentabilidad del 9%. Según indican desde Goldman, el aumento de los tipos de interés evitará la expansión del PER por encima del actual 18.

Sin embargo, no todos son tan optimistas. Durante una entrevista en la CNBC, Tony James, director de operaciones del gigante de capital privado, Blackstone, no descartó que la renta variable americana entre en una tendencia bajista en algún momento durante este año. "Creo que fácilmente podríamos ver una corrección de entre el 10% y el 20% en algún momento en este año", aclaró.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky