
La escalada del euro está preocupando cada vez más al Banco Central Europeo (BCE) y metiendo presión para postergar los planes de retirada de los estímulos económicos. Este jueves se reúne el banco central con el objetivo de tranquilizar al mercado y lanzar un mensaje flexible sobre el programa de compra de deuda. Los expertos temen una sobrerreacción del mercado como sucedió en Sintra. l Draghi, 70 años y un dilema entre manos
La apreciación del euro está amenazando con perturbar la recuperación económica, con un posible impacto negativo en el crecimiento y los resultados empresariales en Europa. La fortaleza de la divisa única está, a su vez, dificultando el objetivo del BCE de estabilizar los precios, con una inflación que sigue muy por debajo del objetivo marcado del 2%. De momento, en lo que va de año el euro se ha apreciado un 13%, marcando máximos de dos años y medio hace dos semanas.
Al BCE se le comienza a terminar el plazo para tomar una decisión sobre el programa de compras de deuda que termina a finales de 2017. El presidente de la entidad, Mario Draghi, lanzó el conocido Quantitative Easing (QE, por sus siglas en inglés) hace dos años y medio con el objetivo de facilitar la financiación de las empresas para apoyar el crecimiento económico, con una capacidad de 60.000 millones mensuales. El banquero ha defendido que las adquisiciones se mantendrían en pie hasta que la inflación se situara de forma consistente cerca del 2%.
Una vez consolidado el crecimiento en Europa, en teoría el incremento de los precios que debería acompañar a la recuperación económica y a la creación de empleo, pero en la realidad no está llegando. El BCE se enfrenta a la mayor decisión de los últimos años a ciegas, con el riesgo de trastocar la salida de la crisis o dejar sin control a la inflación, tras años de una política monetaria expansiva.
Desde el norte de Europa, con Alemania a la cabeza, se presiona a Mario Draghi para que la retirada de estímulos sea "rápida y ordenada", como defiende una y otra vez el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann. Desde julio, el mercado todavía mete más presión impulsando al euro hasta niveles preocupantes. El banquero italiano mostró un exceso de confianza sobre la economía europea que fue interpretado como una señala clara del fin de los estímulos económicos, en la conferencia anual de Sintra (Portugal).
Posible recorte de previsiones
La mayoría de expertos considera que Draghi seguirá manteniendo el perfil bajo que tuvo en Jackson Hole en la reunión de este jueves. "Sería razonable que se limitase a modificar sutilmente su mensaje, aplazando cualquier decisión hasta su siguiente reunión el 26 de octubre", apuntan desde el departamento de análisis de Bankinter.
Sin ninguna decisión sobre tipos de interés, lo más importante será lo que manifieste Draghi en la rueda de prensa posterior y las previsiones económicas para de introducir futuras decisiones. "La apreciación del euro justificaría un recorte de las previsiones de inflación entre 30 y 40 puntos básicos en 2018 y 2019 y en las previsiones de crecimiento de entre 20 y 30 puntos básicos", según los analistas de BofA Merrill Lynch Global Research. Para los expertos allanaría el camino para que en octubre tomara la decisión de ampliar las compras de deuda en 40.000 millones durante la primera parte del próximo año.
Octubre, clave
El momento de la retirada de las adquisiciones se aplazaría a la segunda parte del para tener "la mayor flexibilidad posible", destacan los estos expertos. La gran duda que se abre si el BCE va a optar por adquirir otro tipo de activos, como las acciones, como ya hizo el año pasado cuando dio el paso de comprar deuda corporativa, una vez que la institución está llegando al límite de las compras por países, como indicó Draghi en julio, otro tipo de activos
"Draghi no especificará ni la cuantía ni el tipo de activos, pero se asegurará que el BCE tenga flexibilidad en los programas de compras", subraya Sebastiaan van Geffen, economista de Rabobank, que teme que el mercado vuelva a malinterpretar el mensaje como la retirada del QE.