Bolsa, mercados y cotizaciones

No hay que meter en el mismo saco a todos los dividendos del Ibex 35

Telefónica, la retribución más emblemática del mercado español, ya no lidera ningún ranking, pero su rentabilidad se mete de nuevo en la cesta de los pagos reales del índice.

Un ranking convencional de todos los dividendos de la bolsa española dejó de tener utilidad para el inversor hace varios años. Ordenar a las compañías por la rentabilidad que ofrecen sus retribuciones no tiene sentido, desde el momento en el que muchos de sus pagos tienen letra pequeña, de manera que no se obtiene el rendimiento que prometen. No todos los dividendos del mercado español se pueden meter en el mismo saco.

El principal motivo por el que es necesario diferenciar las remuneraciones al accionista es el empleo del scrip dividend, la fórmula con la que las compañías dan a elegir entre recibir un pago en efectivo o en acciones nuevas de la empresa. Esta política ha dividido las retribuciones de la bolsa española, al provocar que no sean comparables. Por un lado, continúan los dividendos que se abonan en metálico; por otro, los que están distorsionados por completo por estos pagos en acciones; y, por último, los que se encuentran en proceso de volver al efectivo. Sin olvidar que algunas firmas ponen remedio al efecto dilutivo de ampliar capital para retribuir -recomprando acciones-, mientras otras no.

Telefónica, que hasta ahora repartía uno de los dividendos insignia de la bolsa española, acaba de revolucionar todos los ranking al recortar sus pagos y desprenderse del scrip. Pese a que la remuneración de la compañía ya no figura entre las más elevadas, a partir de 2017 se situará en el saco bueno, el de pagos en efectivo. Aquí destacan Endesa, Enagás, Abertis, Mediaset y Bankia.

"Creemos que es la tendencia correcta [recuperar el efectivo] puesto que el pago de dividendo a través de acciones liberadas no constituye una remuneración real al accionista -al final, supone repartir el mismo valor de la empresa entre un número mayor de títulos-", defiende Pedro Sastre, director del servicio de análisis de Banca March. "Es, además, un buen momento, ya que el dividendo, incluso con recortes, sigue batiendo con creces la inflación, que se mantiene en niveles moderados", añade.

Pese a que el mundo ha recuperado la palabra inflación en su vocabulario desde que Donald Trump se alzase con la presidencia de Estados Unidos -ante las políticas expansivas del republicano-, en Europa los niveles todavía son comedidos, por lo que un dividendo más modesto aún resulta interesante a la mayoría de gestores y analistas. "Rentabilidades del 4-5 por ciento nos siguen pareciendo muy atractivas pese al repunte reciente en las tires de los bonos. No vemos muy probable que en los próximos años asistamos a una subida intensa y sostenida de esos rendimientos, que podrían desestabilizar a este tipo de valores [empresas de dividendo]", apunta Nicolás López, analista de M&G Valores.

El Ibex 35 ofrece una rentabilidad por dividendo media del 4,4 y del 4,5 por ciento en 2016 y 2017, respectivamente, y entre 15 y 20 empresas del índice retribuirán con pagos superiores con los beneficios de esos años. Eso sí, lo mejor es olvidarse de los desorbitados dividendos del pasado. "Los ahorradores tienen que ser conscientes de que no tienen sentido rentabilidades del 8 por ciento con los tipos de interés todavía en el 0 por ciento", como señala Miguel Paz, director de gestión de Unicorp. De hecho, conviene recelar de pagos tan altos que pueden estar sostenidos artificialmente y caer en cualquier momento.

Bastan dos ejemplos. El giro de timón de José María Álvarez-Pallete en Telefónica y el que consumó Ana Botín en Banco Santander el año pasado. Ambos quisieron dejar de pagar con papelitos (o al menos adentrarse en ese camino) y para volver a ofrecer rentabilidades reales tuvieron que rendirse a recortar sus pagos. Estas dos grandes maniobras dejan un nuevo mapa de dividendos en el mercado español.

Retribuciones sin trampas

Los gestores y analistas tienen claro en qué saco buscar los mejores dividendos. "Los inversores preferimos que nos paguen en metálico antes de recibir acciones de la misma compañía. La moda instaurada a raíz de la crisis de 2008-2013 de pagar en acciones sirve solo para maquillar la rentabilidad", critica Jaime Sémelas, socio consejero delegado de Value Tree. "En términos generales, cuando recomendamos un valor por su dividendo, buscamos pagos en metálico, aunque eso implique menos rentabilidad", comparte Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4.

Con esta máxima por delante, no es de extrañar que entre los dividendos preferidos por los analistas consultados se repitan nombres como Endesa o Enagás, los dos más rentables en metálico del mercado español, al ofrecer un 6,5 y un 6,4 por ciento, en cada caso, para 2017. Ambas cuentan con negocios estables y previsibles y "han venido pagando tradicionalmente buenos dividendos y, de momento, no parece que esa política vaya a cambiar, al menos de forma significativa", considera Manuel Campos, analista de Serfiex. La diferencia es que la primera reparte prácticamente todo su beneficio, con el lastre de que éste está estancado, y en la segunda se esperan mejoras de la retribución como las vistas en los últimos años. Para 2017, el aumento previsto es del 5 por ciento, hasta los 1,46 euros por acción.

Las firmas de inversión también contemplan pagos en metálico que rentan al menos un 5 por ciento en otras empresas: Abertis, Mediaset, Bankia, Red Eléctrica, Merlin Properties, Dia, Mapfre y la propia Telefónica. Estas firmas, junto a Endesa y Enagás, son las que conforman el top 10 de dividendos reales de la bolsa española de 2017. Entre otras entregas destacadas se colocan las que repartirán IAG, Técnicas Reunidas y Acciona, al superar el 4 por ciento de rentabilidad.

Las mayores subidas con cargo a los beneficios del próximo año serán las que protagonicen Bankia, Mediaset y Merlin, según las expectativas que recoge Bloomberg. En la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, el pago anual puede escalar de los 0,041 euros previstos con cargo a 2016 a los 0,05 euros estimados al año siguiente.

Otras firmas españolas mantendrán su política de retribución de mejoras continuas, aunque más modestas. Es el caso de Abertis, Red Eléctrica y Dia. Por su parte, Mapfre ha confirmado esta semana que mantiene su pay out (porcentaje del beneficio destinado a retribuir) en el 50-65 por ciento, por lo que, tras un leve recorte, los analistas prevén que lo suba en 2017, hasta los 0,14 euros, al compás de la mejora de las ganancias.

En un estrenado décimo puesto en el ranking de dividendos en metálico del Ibex, Telefónica abonará 0,4 euros por acción -divididos en dos pagos de 0,2 euros- que, con la caída del 10 por ciento que arrastra el título en bolsa en el último mes, rentan en torno a un 5 por ciento. Esta rentabilidad ?es más que suficiente. Un 8-10 por ciento aún lo puedes encontrar en compañías pequeñas, pero con más riesgo?, considera Jaime Sémelas, de Value Tree.

Para encontrar remuneraciones en efectivo interesantes fuera del Ibex que, pese a ofrecer altos pagos no entrañan, a priori, peligro, desde Renta 4 se decantan claramente por BME y Atresmedia. La primera ofrece un 6,7 por ciento con cargo a los beneficios de 2017 y la segunda, un 7,4 por ciento.

A medio camino, la banca

Al grueso del sector bancario le falta dar el paso definitivo para que sus rentabilidades sean completamente reales. Ya ha iniciado el camino. La mayoría se ha comprometido a recuperar todas las retribuciones en efectivo después de las numerosas ampliaciones de capital que han llevado a cabo en la crisis para remunerar a sus accionistas. Una política que, además de permitirles mantener de forma ficticia el dividendo, les ha ayudado a capitalizarse de forma encubierta en un momento en el que las autoridades europeas les exigían colchones de capital mucho mayores. Banco Santander, por ejemplo, lo ha engordardo en el entorno de un 50 por ciento únicamente con las acciones emitidas para pagar a sus accionistas.

Pero es una etapa pasada. Las tres grandes entidades financieras del Ibex se sitúan ahora en el saco de las firmas en proceso de eliminar el scrip, por lo que su rentabilidad por dividendo es mucho más real que antes. Para 2017, BBVA ofrece más de un 6 por ciento; CaixaBank, un 5,4 por ciento; y Santander, un 4,6 por ciento, según las previsiones de los próximos pagos que recoge la agencia Bloomberg.

Aquí la duda es hacia donde irá la regulación del sector, y si les permitirá eliminar por completo el pago en acciones como se han propuesto. De momento, BBVA y CaixaBank abonan dos de sus cuatro pagos en metálico y ambas quieren elevar el peso del efectivo en 2017. Santander reparte tres de cuatro, por lo que el scrip es ya residual.

Como apunte, los expertos recuerdan que los dividendos de la banca, a diferencia de los de otras empresas muy endeudadas, no estarán presionados de la misma manera por el inicio de las subidas de tipos -previstas para 2018 ya en la zona euro-, que realmente alivia al sector. Y es que a las compañías con mucha deuda un alza en los intereses sí les deja con menor flujo libre de caja.

No salen del 'saco malo'

Para otras compañías del Ibex, sin embargo, el scrip continúa como la piedra angular de su política de retribución. Repsol, Iberdrola, Ferrovial y ACS abonan todos sus pagos empleando esta fórmula y ninguna de ellas ha anunciado fecha clave para quitarlo. Hay empresas que "tienen un beneficio suficiente para retribuir al accionista, pero prefieren retener la mayor parte del mismo para reducir endeudamiento y reforzar capital. Sería el caso de la mayoría de compañías que pagan con scrip", sostiene Nicolás López, de M&G Valores.

Dentro de este saco malo, Repsol se mantiene al frente, con una rentabilidad del 6,5 por ciento, pese a que este año también anunció un recorte del dividendo. La petrolera no siguió el camino que más tarde tomó Telefónica: bajó la retribución, pero mantuvo el pago en acciones.

Los analistas esperan que Iberdrola, que ofrece un 5,3 por ciento, conserve el dividendo en el entorno de 0,3 euros por acción, pero la eléctrica tampoco se ha propuesto eliminar el scrip. En ACS y Ferrovial ocurre lo mismo. En principio, los dos pagos de ambas se repartirían con acciones, aunque en este caso los expertos prevén una subida del 3,4 por ciento en la primera, hasta los 1,20 euros con cargo a 2017, y de un 2,7 por ciento en la segunda, hasta los 0,75 euros.

Es cierto que estas compañías tratan de mitigar el efecto dilutivo del scrip con una recompra de acciones que más tarde amortizan. El objetivo es destruir títulos para amortiguar las ampliaciones de capital con las que remuneran.

A este saco también ha regresado Gas Natural. La compañía, que se coprometió a repartir, como mínimo, 1 euro por acción en su plan estratégico 2016-2020, ha resucitado esta fórmula que había enterrado hace unos años. Si vuelve a pagar con papelitos, su rentabilidad por dividendo del 6,2 por ciento tampoco será la que era.

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