Otra jornada de ida y vuelta. Tras comenzar la sesión con alzas del 0,7%, el Ibex 35 cambió de rumbo y cerró con una caída del 1,34%, hasta los 8.639,2 puntos. Durante el día, el selectivo de la bolsa española se movió entre un mínimo de 8.614 y un máximo de 8.840 puntos, mientras los inversores negociaron 2.147 millones en todo el parqué.
En el cómputo semanal, el índice se dejó el 1,73%, aunque teniendo en cuenta desde el miércoles, día en el que se conoció el triunfo de Donald Trump en EEUU, el Ibex 35 acumula un descenso de más del 3%.
Desde el punto de vista técnico, las bolsas europeas han cerrado una semana más por debajo de resistencias clave como son los 4.600 del Cac, los 3.100 del Eurostoxx 50 o los 10.800 del Dax, que el día anterior fueron presionadas sin éxito.
"Mientras no se superen consideramos precipitado aumentar la exposición a bolsa ya que se mantendrá el riesgo de seguir asistiendo a amplios vaivenes dentro del proceso lateral de los índices", señalan los expertos de Ecotrader.
En el caso del Ibex 35, más débil que el resto, no solamente está lejos de resistencias clave de corto y medio plazo, como son los 9.250-9.544 puntos, sino que a corto está sufriendo una importante presión vendedora que lo está aproximando al soporte clave de los 8.540 puntos.
Los citados analistas alertan de que su cesión pondría en jaque el proceso de reestructuración alcista que viene desarrollando a lo largo de los últimos meses. "No se cancelaría, máxime si el resto de índices europeos no pierden soportes análogos, como son los 2.900 puntos del Eurostoxx 50, pero sí que lo retrasaría en el tiempo y advertiría de posibles caídas hacia los 8.220 puntos", zanjan.
En la sesión destacaron las caídas de Técnicas Reunidas (-4,87%) y de Banco Santander (-4,04%), mientras que en el lado opuesto Gamesa subió el 6%. En cuanto a los grandes valores, Repsol se dejó el 2,68% ante los nuevos retrocesos del petróleo. Le siguieron Telefónica (-2,7%), BBVA (-2,28%), Iberdrola (-0,75%) e Inditex (0,02%).
En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono español con vencimiento a diez años ha llegado a tocar su nivel más alto desde finales de junio al acercarse al 1,50%, mientras que su equivalente italiano escala hasta las proximidades del 2%, registrando así su mayor coste desde julio de 2015.