
La renta variable podría tener un fin de año complicado, tanto en EEUU como en Europa. Es el mensaje de Goldman Sachs, que asegura que los riesgos políticos, unidos a la debilidad económica en Europa y los altos precios en EEUU hacen que estos mercados sean vulnerables de cara a los próximos tres meses.
Así, el banco de inversión calcula que tanto el S&P 500 como el Stoxx Europe 600 caerán un 2% cada uno de aquí a diciembre. "Vemos más shocks potenciales ahora mismo", asegura Christian Mueller-Glissmann, director gerente de estrategia de carteras de Goldman. "Somo ligeramente proclives a ser más defensivos, y más proclives hacia Asia y los emergentes que hacia los mercados desarrollados. Somos un poco más bajistas en Europa y EEUU de aquí a final de año".
La visión de Goldman es más pesimista que la de la mayoría de gestores, que según la media de Bloomberg esperan un rebote del 1,3% del Stoxx 600 desde el cierre del viernes hasta que se acabe el año. Este índice ha caído más de un 7% ya este año y los inversores han sacado casi 93.000 millones de dólares de fondos que siguen a la renta variable europea durante una racha récord de 35 semanas de reembolsos, según Bank of America.
En las acciones siguen pesando las dudas sobre la eficacia de las medidas del Banco Central Europeo (BCE) a la hora de revivir la economía europea y su posible retirada de los estímulos; así como la salud de los bancos europeos, sobre todo de Deutsche Bank y algunas entidades italianas.
En EEUU, la preocupación tiene un origen distinto: son las altas valoraciones lo que preocupan a Mueller-Glissmann, quien dice que los niveles actuales puede precipitar importantes caídas en caso de que haya un shock. Es el caso particular del S&P 500, donde no hay un crecimiento sostenible de los beneficios de las empresas que sustente los precios actuales de las acciones. Los sospechosos habituales, en este caso, son las elecciones presidenciales de noviembre y los movimientos de la Reserva Federal, eventos que podría provocar las caídas.
David Kostin, estratega de Goldman Sachs y que fue uno de los más acertados el año pasado, espera que sl S&P 500 cierre diciembre en 2.100 puntos, por debajo de los 2.152,74 a los que acabó el viernes. Para lo que queda de año, Goldman Sachs recomienta el índice MSCI Asia sin Japón y mercados emergentes como China.
El año pasado, el banco de inversión rebajó sus previsiones a tres meses de EEUU y Europa al equivalente de 'vender'. "La renta variable es ahora mismo un activo complicado, sin una tendencia clara y positiva de crecimiento", concluye Mueller-Glissmann. "Es difícil lidiar con ello porque hay muy pocos sitios donde refugiarse más allá de la liquidez".