
En momentos de fuertes caídas como el que viven las bolsas, al inversor le quedan dos opciones: esperar a que pase el 'temporal' o cobijarse en liquidez para mantener el dinero a salvo, resguardándolo para volver a entrar. Si es de los que prefiere esta última alternativa, conozca cuál puede ser la mejor vía para no tener que tributar en el supuesto de vender con plusvalías.
Ganar dinero se ha convertido en un objetivo casi inalcanzable en el escenario actual. En este entorno de volatilidad, preservar el capital y evitar las pérdidas es toda una proeza y el propósito que se marcan muchos inversores en esta parte del año. Mover el dinero de la bolsa en busca de refugio para resguardarse temporalmente es una de las opciones, aunque en muchas ocasiones hay cierta reticencia para salir del mercado, porque ¿cuándo es un buen momento para vender? ¿Y para volver a comprar? "Son decisiones difíciles de tomar", señala Fernando Luque, editor jefe de Morningstar, pero, "en momentos de volatilidad como los que estamos viviendo, puede ser interesante tener liquidez en cartera para aprovechar los recortes", considera el experto.
En un contexto de poca visibilidad como el actual, cobra vida la idea de aparcar el dinero en un producto sin esperanzas de ganar, pero con la seguridad de que no acarreará grandes pérdidas como otros activos. Los fondos monetarios encajan en esta búsqueda. Se trata de productos que no invierten en renta variable y que están teniendo una gran demanda, ya que muchos gestores han elevado su nivel de liquidez. Según los datos de Morningstar, de los 142.296 millones de dólares que entraron a nivel mundial en fondos monetarios en 2015, el 97 por ciento se produjo solo en el último trimestre. Es más, cuatro de los cincos fondos más vendidos en el mundo en ese periodo fueron monetarios.
Eso sí, conviene pensar en ellos como una opción pasajera. "Mantenerlos a largo plazo es un error. Teniendo en cuenta la rentabilidad prácticamente nula que ofrecerá (y que ya ofrecen) este tipo de fondos, solo se pueden contemplar como inversión temporal, aprovechando la ventaja fiscal de los traspasos de participaciones", opina Luque. La fiscalidad puede ser uno de los puntos que desincentiven a los inversores a deshacer posiciones en renta variable, ya que deberán tributar en el caso de obtener ganancias -aunque no hay que olvidar que en el supuesto de minusvalías, estas pueden emplearse para compensar plusvalías-. En cambio, el traspaso de dinero de cualquier fondo a otro (incluidos los monetarios) está exento de tributar.
Qué ventajas ofrecen
Los monetarios pueden ser útiles en estos momentos por dos motivos. "Si hay más caídas, se mantiene el capital", señala, por un lado, Amilcar Barrios, analista de Tressis, y, por otro, "si el mercado se da la vuelta, es un colchón para volver a entrar, ofrecen una tranquilidad para regresar a activos de riesgo". Barrios reconoce que a día de hoy la comisión se come prácticamente la rentabilidad de estos productos, pero admite que "perder 10 puntos básicos" incluso "parece muy buena idea2.
Los fondos monetarios vendidos en España se mantienen planos este año, con una ínfima caída media del 0,02 por ciento. Un descenso que nada tiene que ver con el retroceso del 11,2 por ciento medio que sufren los fondos de renta variable española, por ejemplo, o del 10,95 por ciento y el 11,88 por ciento que pierden el Ibex y el EuroStoxx en estas primeras semanas de 2016.
Conviene vigilar, eso sí, las comisiones, que son más importantes si cabe al tratarse de fondos con escasa rentabilidad. El tiempo así lo demuestra. La mayoría de los monetarios más rentables de los últimos cinco años cobra comisiones bajas -en algunos casos se han eliminado-. Dos ejemplos son Renta 4 Monetario FI y Dinercam FI, que ganan un 2,3 por ciento anualizado a 5 años con comisiones máximas del 0,2 y del 0,3 por ciento en cada caso, por debajo del 0,44 por ciento que de media llega a fijarse en estos productos en España.
También sucede con Eurovalor Particulares Volumen I FI -solo apto para algunos bolsillos-, Bankinter Dinero 4 FI y Openbank Corto Plazo FI, tres fondos que consiguen entren un 1,7 y un 2,1 por ciento anualizado a 5 años con comisiones máximas del 0,10 y 0,15 por ciento. Todos estos productos resisten también en positivo este año.
Queda claro que con estos productos no se puede ganar ahora dinero, pero los monetarios que mejor resisten el año y que, además, están al alcance del particular son: Catalana Occidente Renta Fija CP FI, uno de los que tiene menos patrimonio, de 11,2 millones de euros, pero que gana un 0,09 por ciento en 2016, y Renta 4 Monetario FI y CS Corto Plazo FI, que logran un 0,03 por ciento.
En este escenario, los monetarios también han ganado atractivo frente a otros activos tradicionalmente dirigidos a inversores conservadores. Uno es la renta fija, que en los últimos años no ha dado la tranquilidad ni las ganancias que acostumbraba. Y otro es el depósito, donde se cobija el 42 por ciento del ahorro financiero en España, por el propio riesgo de crédito. "La ventaja que tienen los fondos monetarios es que no están en el balance de ningún banco. Antes de tener el dinero en una cuenta corriente recomendaría tenerlo en un fondo monetario, porque tiene menos riesgo y casi la misma rentabilidad. Si va a ser algo temporal, elimina el riesgo de tenerlo en un banco", opina César Ozaeta, analista de inversiones de Abante Asesores. El experto, en cambio, señala que ahora mismo no aconsejaría "salir de un fondo de renta variable para entrar en un monetario" porque considera que, para aquellos inversores que prefieran activos de riesgo, "es un momento de entrada interesante, de construir cartera".