Bolsa, mercados y cotizaciones

El BCE no se pone de acuerdo sobre qué armas utilizar contra la deflación

  • Tipo de depósito escalonado y compra de créditos tóxicos, nuevas opciones
  • El banco central discute qué debe incluir el paquete de estímulo reforzado
Mario Draghi, presidente del BCE. Reuters

Los miembros del Banco Central Europeo (BCE) siguen buscando alternativas para intentar reforzar su programa de estímulo y reflotar la economía de la eurozona. Entre las nuevas opciones, se baraja penalizar más a los bancos que aparquen más dinero en la entidad o comprar más deuda.

Según las fuentes de la agencia Reuters, a poco más de una semana de la próxima reunión del 3 de diciembre, las opciones siguen abiertas, e incluso se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de comprar paquetes de bonos con mayor riesgo, aunque un paso tan radical como ese es poco probable por ahora, y como suele ser habitual, cuenta con la oposición de los funcionarios alemanes.

"Se sigue tratando de encontrar qué debe ir en el paquete. Mucha gente tiene visiones distintas", asegura una de las fuentes, que insiste en que el clásico choque entre Mario Draghi, presidente del banco, y el sector alemán, se ha reeditado. "Algunos dicen que se debería sorprender al mercado. Pero no se puede sorprender indefinidamente. Tarde o temprano vas a decepcionar".

Con la Eurozona en permanente estado de deflación y un crecimiento anémico, en el seno del BCE sigue habiendo demasiados puntos de vista y opiniones divergentes, lo que hace que aventurar cuáles serán las siguientes medidas sea una tarea ardua. Tan solo se filtran las posibilidades, muchas de ellas previstas desde hace meses (o años), pero la concreción siempre se retrasa.

Mientras, crece el riesgo de decepcionar a unos inversores que llevan tiempo esperando el denominado QE2, la segunda parte de un programa de compra de deuda pública (expansión cuantitativa en jerga financiera) que desde que se inició en marzo de este año ha parecido 'condenado' a ampliarse y sofisticarse ante la falta de resultados contundentes, a pesar de estar previsto hasta al menos septiembre del año que viene y con un montante superior al billón de euros.

Las nuevas medidas

Draghi ha dejado claro en diversas ocasiones que no está dispuesto a parar la imprenta y también a aumentar el tipo de interés que cobra a los bancos por dejar dinero en la institución que preside, la conocida como tasa de depósito negativa. La teoría dice que cobrar por dejar un depósito debería hacer más proclives a los bancos a prestar dinero y engrasar la economía, pero no está teniendo los resultados esperados.

Ahora, en un paso más, se está estudiando la posibilidad de que este cargo se haga escalonado, cobrando más a aquellas entidades que aparquen más fondos en el banco central. Además, se podría imponer un techo, lo que implicaría que a partir de determinada cantidad solo se podría acceder a los depósitos a un día, con un coste todavía más elevado para el banco que tomara esa decisión.

Según las estimaciones de Reuters, lo bancos tienen aproximadamente 170.000 millones de euros en depósitos en el BCE, principalmente alemanes y franceses.

Otra de las nuevas posibilidades que están en estudio es la de comprar créditos bancarios aún a riesgo de que no se devuelvan nunca. De hecho, se ha planteado incluso combinar créditos tóxicos con créditos 'buenos' antes de que la institución dirigida por Mario Draghi se decidiera a comprarlos y sacarlos así del balance de la banca europea.

En total, el italiano tiene un abanico de unas 20 posibles medidas, y ahora su principal trabajo es encontrar un punto aceptable para la mayoría de la Eurozona.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky