Bolsa, mercados y cotizaciones

La clase media latinoamericana será tan grande como la europea en 2030

Los datos macroeconómicos no ofrecen unas perspectivas halagüeñas y la necesidad de reformas políticas apremia. Los países de Latinoamérica vivieron entre 2004 y 2014 una época de bonanza que ayer casi cuesta recordar. "Por primera vez en este siglo América Latina no crece", aseguró ayer Antonio Zoido, presidente de BME (Bolsas y Mercados Españoles), en la inauguración del 17º Foro Latibex con el lema Eurolatam Business Meeting.

Una afirmación que también secundó Juan Ruiz, economista jefe para América del Sur de BBVA: "Es la primera vez en los últimos 15 años que América Latina va a crecer por debajo de los países de la OCDE", explicó.

Los datos respaldan estas opiniones. Países que antes crecían a casi doble dígito ahora lo hacen en torno al 2 o al 3%, mientras que algunos como Brasil retroceden en el mismo porcentaje. Un territorio demasiado amplio como para resumir su economía con un solo diagnóstico y una sola previsión.

Crecimiento de la clase media

El sueño americano hace ahora referencia completa al sustantivo. América Latina se presenta como una tierra de oportunidades para muchos inversores. Entre ellos se encuentra Banco Santander, que obtiene de esta región un 37% de sus beneficios. El crecimiento a largo plazo es una de las bazas de la zona y no hace referencia solo a la economía. El desarrollo demográfico también se apunta a esta tendencia. "En 2030, la clase media va a ser la misma en América Latina que en Europa y eso es lo que reporta beneficios a las compañías", explicó José Luis de Mora, director general de Planificación Financiera y de Desarrollo Corporativo de Banco Santander. La expansión de la clase media latinoamericana ofrece una oportunidad más interesante que mercados maduros, como el europeo.

La definición de clase media salió a relucir. "Es muy difícil saber lo que es", reconoció Héctor García, director de estrategia de Punto Casa de Bolsa. Frank Aguado, director de crédito del Grupo Financiero Inbursa, tenía claro que la riqueza sigue concentrada en muy pocas manos.

El desafío al que se enfrenta Latinoamérica es incluir a estas clases medias en la sociedad, un proceso por el que ya pasaron Estados Unidos o Europa. Fabiana D'Atri, senior economist del Banco Bradesco de Brasil, expresó esta reflexión en su ponencia de por la tarde. La analista brasileña reconoció las carencias de su país como un freno a la inversión extranjera. "El mismo partido político lleva 16 años en el poder, hay un parón en el consumo, corrupción y ausencia de reformas", se ha lamentado D'Atri, aunque lanzó un mensaje positivo: "hay que pensar las oportunidades, la crisis no va a durar para siempre". Estas oportunidades pasan por repensar la economía del país y abrirse a las importaciones.

Un nuevo escenario político ayudaría a América Latina a depender menos de factores como las materias primas o la situación de China. El economista jefe de BBVA para la región y el director adjunto del servicio de estudios del Banco Santander, Antonio Cortina, coincidieron en esta idea. Concretado en palabras de este último, el actual crecimiento medio de los países latinoamericanos "puede ser el caldo de cultivo para aplicar reformas".

México ha sido el primero en probar este caldo. La directora ejecutiva de análisis del Grupo Financiero Banorte, Delia Paredes, apostó por su país: "A México le afecta menos el tema de China y, en el caso de las reformas macro, podemos decir que hemos cumplido".

Energía

La estabilidad de México ha llevado a Iberdrola a desarrollar su negocio en el país y, también, en Brasil. Los dos países ofrecen una regulación que permite actividades poco volátiles e ingresos predecibles. Eso sí, "América Latina todavía no es el Arabia Saudí de las renovables", según Xabier Viteri, director de energías renovables de Iberdrola.

El sector energético también dio para hablar de gas y petróleo. Carles Miravent, director de Promoción y Desarrollo Internacional de Gas Natural, destacó el potencial de Brasil, donde solo dos millones de hogares cuentan con gas. Una cifra todavía insignificante que demuestra el potencial y las oportunidades de inversión para las empresas de este sector.

En cuanto al petróleo, las cuentas de Repsol reflejan la caída del crudo en Brasil. El desplome del oro negro les obligó a elaborar "un Plan Estratégico en base a un petróleo a 50 dólares para hacer ver que el mercado era creíble", según confesó ayer Ángel Bautista, director de relaciones con los inversores de la petrolera.

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