Cuando decidió estudiar Administración y Dirección de Empresas, Iván Martín lo hizo con el objetivo de aunar sus dos pasiones: los números y el mundo empresarial. Esta última se ha materializado en Magallanes Value Investors, la gestora independiente que ha creado después de pasar por Aviva, la firma donde brilló como gestor revelación de bolsa española durante siete años, y tras un fugaz paso por Santander AM que le convirtió en uno de los mayores gestores por patrimonio. Ahora, ve posible defender su propio mantra del value, pero sin trabas.
¿Magallanes es la necesidad de girar el cabo de hornos de la inversión española?
Es una consecuencia natural de la pasión por nuestro trabajo. Es un proyecto independiente creado, gestionado y liderado por sus fundadores. Si eres creyente en la inversión valor, donde el cliente es lo primero y hay libertad para invertir en cualquier activo, tiene que ser un proyecto independiente. Algo que no era posible en los sitios donde he estado. En algunos me comentaban que invertir en los productos que gestionaba era asumir mucho riesgo. Esta profesión está basada en el dinero y en la confianza que depositan en ti. Si no pones ni un euro junto con esos inversores, ¿qué confianza transmites? Por eso los empleados de Magallanes también tenemos ahí nuestros ahorros.
¿Cómo ve la situación actual de la industria?
El mercado en España es un oligopolio dominado por los grandes grupos financieros, donde el cliente no siempre es lo primero. En general, las rentabilidades no han sido las mejores, pero las comisiones que han cobrado sí lo han sido. Esto tiene que llegar al inversor, pero hay una barrera que hace que esta información no fluya. Las bancas privadas de arquitectura abierta no son tan abiertas al final.
¿Terminarán las retrocesiones?
La nueva regulación quiere acabar con esto, eso lo intuimos todos, pero los que viven de este negocio van a intentar que no salga o salga con muchos parches.
Tras la fusión de la gestora de Santander y Pioneer, ¿tiene sentido que las grandes entidades tiendan hacia la concentración?
La concentración tiene sentido de forma transfronteriza. Las grandes van a seguir siendo más grandes por la economía de escala, porque van a tener que ser más transparentes y el cliente se va a dar cuenta de que está pagando más por algo que no le aporta valor. Por eso tiene sentido fusionarse para seguir ganando dinero. Las pequeñas no tienen que emular a las grandes, sino ser más especializadas y cobrar por el valor añadido que ofrecen. Lo que va a pasar es que las grandes gestoras tendrán que complementar su gama de productos y comprarán boutiques especializadas.
¿Cuál ha sido la acogida de Magallanes entre los inversores?
Nos ha sorprendido muy positivamente pese a las dificultades que hay para suscribirlos, porque no tenemos una red de ventas y no somos muy conocidos. Esto es un indicador de que hay mucho huérfano de value.
¿Qué objetivo de patrimonio se marca para estos productos?
Un fondo español no puede tener más de 500-550 millones, más allá de eso en España es muy difícil encontrar valor. El tamaño es enemigo de la rentabilidad, porque obliga a salir de tu círculo de competencia, te desvirtúa. En bolsa europea, unos 2.000-2.500 millones. Eso haría que Magallanes gestionara en total 3.000 millones en la situación actual de mercado.
¿A quiénes señalaría como gestores 'value' en el mercado español?
Yo diría que no es oro todo lo que reluce. Parece que ahora todos somos hijos de Warren Buffet. El value es una filosofía de vida y no se aprende de un día para otro. Para tener una trayectoria value tienes que haberte dado batacazos durante años. Había unos grandes que ya no están y otros que se han reconvertido.
O qué fondos son de autor...
Todos los fondos tienen autor, no puede ser que un fondo esté gestionado por un ente, es un acto de poca responsabilidad. El nuevo reglamento que sugiere poner el nombre en el folleto se aceleró por los eventos que hubo. Se fue un gestor importante de una casa importante y el partícipe estaba desprotegido. No había nada por lo que apelar a la CNMV. Cuando cambia el director general de una empresa cotizada es un hecho relevante y ¿por qué no en los fondos de inversión?
¿Le da miedo compartir algunas de sus principales ideas de inversión con otros gestores?
Somos conscientes de que hay gente que nos sigue, ve las cosas que hacemos y surgen ideas en común. Todos nos observamos y nos copiamos de manera inteligente. Es normal, yo lo hacía leyendo a Warren Buffet e incluso con Paco (en alusión a Francisco G. Paramés). Pero no todo el mundo sirve para el value. Hay que estar muerto emocionalmente a la hora de tomar decisiones.
¿La iliquidez es un problema a la hora de vender algunas compañías?
Sí lo es. Por eso es importante que el cliente entienda nuestra filosofía, ya que pueden pasar meses o años sin que subamos tanto como el mercado. Además, tenemos compañías ilíquidas que nadie sigue, por lo que sería un problema si el cliente quiere capitular antes de tiempo. En pequeñas empresas no tenemos más de un 15%.
¿Qué porcentaje de las carteras está invertido actualmente?
La ibérica está en torno al 73% y la europea sobre el 63%. Por regulación, tenemos que dejar un 25 por ciento de liquidez, pero este año vamos a nuestro ritmo. A medio plazo deberíamos llegar a un 80-85% de la inversión. Si hubiéramos empezado en octubre del año pasado, probablemente tendríamos el 95% de la cartera invertido.
¿Ha aprovechado las últimas correcciones para seguir invirtiendo?
Sí, cuando caen algunos valores en concreto compramos. Si hay correcciones invertiremos más. La posición de caja nos viene dada porque no vemos oportunidades atractivas.
¿Cuáles han sido los últimos valores que ha comprado?
En España tenemos Barón de Ley, luego compramos Iberpapel y, además, nos gusta mucho la portuguesa Sonae o Ibersol, que tiene las franquicias de Burguer King y KFC en Portugal. No vale subirse a las que hoy son Viscofan o Inditex, la gestión valor va de descubrir quiénes serán las próximas en el futuro. También hemos construido una posición nueva sobre Lingotes Especiales y Naturhouse.
De hecho, la valoración de Inditex es alta...
A Inditex y Viscofan las apartamos en la construcción de la cartera. Inditex tiene retornos de capital del 30%, márgenes muy elevados, pero nos olvidamos que quien los compra está pagando 4-5 veces el valor en libros... El retorno como comprador no llega al 3 por ciento y en Viscofan igual.
De los grandes bancos, llegado el momento, ¿con cuál se quedaría?
Tenemos aversión a los grandes bancos porque han sido malos asignadores de flujo de caja. Los bancos no son bancos, son hedge funds. La parte mollar de su beneficio operativo viene de una actividad que no es la central, viene de la cartera de bonos? Están a la altura de Pimco. Las plusvalías de las carteras de bonos de los bancos españoles superan a muchos fondos de inversión. Es la única forma que se visionó para subvencionar los bancos y permitir que siguieran vivos.
Pero tiene a Mapfre en cartera, que también tiene una gran exposición a renta fija?
Pero es diferente, más de un 80% está ligado a productos que tiene que vender. Lo que tiene es para hacer frente al vencimiento de planes de pensiones o seguros.
Con las caídas del petróleo ¿ha tomado posiciones en el sector? ¿Cómo valora a Repsol?
En Europa hemos comprado una empresa muy penalizada de servicios petroleros, la noruega BW Offshore. Repsol no ha sido buena asignando el capital, tiene buena pinta para ser opada. La que sí nos gusta es una de sus participadas, Gas Natural. Tiene una ventaja competitiva en el mundo que solo es equiparable a otra compañía: British Gas. Son los únicos operadores globales mundiales de gas natural gracias a una flota propia de metaneros y a contratos de abastecimiento en diferentes puntos del planeta a precios muy bajos. Y son las dos únicas operadoras no nacionales americanas que tienen contratos de abastecimiento del shale gas a bajísimo precio con la cláusula de libre venta.
¿Invierte en empresas de perfil opable?
No compramos las compañías que pensamos que las van a opar, pero es muy razonable que sean opadas porque nosotros las compramos con valoraciones un 40% por encima, que son las primas que podría pagar un operador bien informado. Una de nuestras últimas adquisiciones que tiene perfil de ser opada es la alemana Hornbach.