
La Reserva Federal debería considerar un retraso en el fin de su programa de compra de bonos, el famoso quantitative easing (QE), para combatir las expectativas de baja inflación. Así lo ha planteado el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, en una entrevista con Bloomberg.
Sus declaraciones, las primeras de un miembro de la Fed en las que se cuestiona el fin de los estímulos previsto, han servido para que los mercados de renta variable, que estaban sufriendo un duro castigo, hayan borrado sus pérdidas.
"Las expectativas de inflación están cayendo en EEUU. Es un tema importante a tener en consideración por un banco central. Y por esa razón creo que una respuesta lógica sería retrasar el fin del QE", declaró Bullard.
El presidente de la Fed de San Luis aseguró que los fundamentos de la economía estadounidense continúan siendo sólidos, y culpó a la rebaja de expectativas en Europa de la reciente caída en los mercados bursátiles globales.
"Estamos atentos, estamos preparados y estamos dispuestos a hacer cosas para defender nuestro objetivo de inflación", añadió. La próxima reunión de la Fed se celebrará el 28 y 29 de octubre y se espera que el QE se termine tras esta reunión. De hecho, la compra de activos se ha reducido de 85.000 millones mensuales en diciembre de 2012 a los actuales 15.000 millones.
"15.00 millones en sí mismos no son tan importantes. Pero lo que es importante es la intención del comité (de política monetaria de la Fed) sobre el futuro del QE, y ciertamente hemos visto gracias a la retirada de estímulos lo importante que pueden ser estas intenciones", añadió
Debate en la Fed
Las actas de la última reunión de la Reserva Federal mostraron el debate que existe actualmente en el seno de la entidad dirigida por Janet Yellen. Algunos de los componentes de su máximo órgano de decisión valoraron la posibilidad de endurecer el lenguaje utilizado para referirse a la política monetaria, idea que quedó descartada por su posible efecto en los mercados.
Sin embargo, hasta ahora nadie había puesto en duda el plan de retirada de los estímulos, y el debate estaba girando más en torno a una hipotética subida de tipos de interés. De momento, parece que seguirán bajos "durante un tiempo considerable", según la terminología acordada en la Fed.