
Las actas de la última reunión de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, muestran que algunos de los componentes de su máximo órgano de decisión valoraron la posibilidad de endurecer el lenguaje utilizado para referirse a la política monetaria.
Una vez más, el debate interno giró en torno a las palabras "tiempo considerable", la expresión utilizada por el organismo que encabeza Janet Yellen para referirse a la duración de la actual fase de estabilidad.
Al usar esta imprecisa métrica, la Fed simplemente trata de comunicar a los mercados financieros que los tipos de interés se mantendrán en el nivel actual durante el tiempo suficiente como para no preocuparse del encarecimiento del precio del dinero.
Pues bien, las actas de la reunión de la Reserva Federal celebrada entre el 16 y el 17 de septiembre señalan que varios consejeros sugirieron eliminar esas dos palabras con el argumento de que los inversores deben irse haciendo a la idea de que el grifo monetario no manará para siempre al ritmo actual.
Pese a su postura, en la controversia triunfaron aquellos que pensaban que recortar en las dos palabras cruciales el comunicado de la Fed habría enviado ondas de choque a lo largo y ancho de los mercados financieros.
La discusión terminológica, lejos de ser bizantina, implica que la estabilidad de tipos (en un nivel cercano a cero desde que a finales de 2008 se desencadenase la Gran Recesión) está cada vez menos garantizada y, sobre todo, que el tiempo que le queda a la barra libre de la Fed es cada vez menos "considerable".