
La deuda soberana sí será sometida a examen en los test de estrés que el BCE llevará a cabo a la banca europea el otoño de 2014. Según ha asegurado su presidente, Mario Draghi, es el comité de Basilea el que debe decidir si en el futuro pasa a considerarse un activo de riesgo, pero ha dejado claro que en las pruebas de resistencia "la deuda soberana se estresará como todas las otras categorías en los balances de los bancos".
Está previsto que el BCE se haga cargo de la supervisión de los bancos de la Eurozona en un año, pero antes las entidades se someterán a un análisis de los balances bancarios, lo que se conoce como revisión de la calidad de los activos (AQR, por sus siglas en inglés). Esto se llevará a cabo en los próximos meses y es un paso previo a las los test de estrés, que llegarán en noviembre de 2014 y se harán sobre el balance de cierre de 2013.
El debate sobre la exposición de la banca se ha mantenido vigente varias semanas, ya que las autoridades alemanas reclaman que se someta a una mayor vigilancia para evitar los riesgos que conlleva la tenencia de deuda pública por parte de los bancos.
En este sentido, Draghi ha hecho énfasis en distinguir la forma en que el Banco Central Europeo (BCE) va a tratar la deuda soberana en las pruebas de esfuerzo de los distintos planteamientos que hay sobre la mesa. Mientras que algunos han sugerido que el BCE debería tener asignar una valoración del riesgo distinto para la deuda soberana, Draghi considera que "por el momento no es tarea nuestra".
"Es una tarea global que será discutida por el Comité de Basilea en el momento adecuado", añadió el presidente del BCE.
Que se aplique un mayor control sobre la exposición de la banca a la deuda soberana es una petición que el Bundesbank, el banco central alemán, lleva tiempo haciendo. Su presidente, Jens Weidmann, ha advertido en diversas ocasiones sobre el riesgo que supone este vínculo entre gobiernos y entidades y ha reclamado un cambio regulatorio para que la deuda pública no esté considerada un activo libre de riesgo.
Hoy, el economista jefe del BCE, Peter Praet, ha hecho referencia a la misma cuestión en una entrevista concedida al Financial Times. Según señaló, si los bonos soberanos fueran tratados "de acuerdo con el riesgo que representan para el capital de los bancos", entonces las entidades serían menos proclives a utilizar la liquidez obtenida a través del BCE a comprar aún más deuda soberana.
Deflación
Además de sobre la deuda pública, Draghi ha vuelto a insistir en que no ve deflación en la Eurozona en estos momentos, tal y como ha reiterado en varias ocasiones. Sin embargo, se ha declarado preparado para actuar si se materializan los riesgos por la baja inflación y ha subrayado que cuenta con "muchos instrumentos".
Si finalmente el BCE decide poner en marcha una nueva inyección de liquidez a largo plazo (LTRO, por sus siglas en inglés), Draghi ha señalado que se tomarán medidas para garantizar que el dinero llegue a la economía real.
No obstante, a insistido en que "no podemos sustituir a los Gobiernos en sus políticas de reformas estructurales, que en último término son las que producen crecimiento sostenible a medio y largo plazo". "No podemos sustituir a los bancos si carecen de capital y no podemos sustituir a sistemas políticos rotos", ha apuntado. Draghi repasa su lista de peticiones a la zona euro: unión bancaria y más reformas estructurales.