Existen casi una veintena de gigantes bursátiles que cuentan con una tesorería que representa más del 25% de su actual tamaño bursátil y que puede transformarse en retribución. Inditex es el caso español más destacable. Inditex es el caso español más destacado.
La crisis económica ha obligado a todos a abrocharse el cinturón para demostrar más que nunca aquello de que sobrevive el más fuerte o el que mejor se adapta. En los últimos años muchas compañías se han centrado en desapalancarse y en la actualidad alrededor de 3.600 cotizadas carecen de deuda, aunque sólo 16 de ellas son gigantes bursátiles con una capitalización de más de 15.000 millones de dólares y una caja que supone más del 25% de su tamaño bursátil. La tecnología, la automoción y la electrónica son los negocios que tienen más músculo financiero -respecto a su valor en bolsa- como para poderse ir de compras o premiar la confianza de sus accionistas vía retribución. ¿Sabe hasta cuánto dinero podrían entregar estas 16 compañías si destinaran toda su tesorería a pagar dividendos? Ni más ni menos que casi 300.000 millones de dólares o lo que es lo mismo, unos 230.000 millones de euros.
El auge de la tecnología es incuestionable, pero quizá no tanto la forma que tiene de distribuir su enorme tesorería. Apenas el 60 por ciento de las tecnológicas mundiales entrega dividendos en un momento en el que los balances de las compañías del sector siguen reflejando bonanza. Apple es un ejemplo clarísimo. Cuenta con una capitalización superior a los 425.000 millones de dólares -un tamaño que alcanzan Intel, Cisco, Qualcomm y Amazon en conjunto- y con unos resultados envidiables que corroboran la buena marcha del negocio, pero no retribuye al accionista desde los años ochenta y principios de los noventa. Ni siquiera la presión que ejerció hace más de un año la firma de inversión Bernstein Research, cuando emitió un informe titulado Carta abierta a Steve Jobs y al Consejo de Administración de Apple: es tiempo de devolver efectivo a los accionistas consiguió que lo volviera a hacer. El gigante tecnológico, que quiere revolucionar ahora el mundo de los libros de texto con iBooks 2.0., tendrá este año en su poder previsiblemente más de 114.000 millones en caja con los que podría abonar un dividendo de 123 dólares por acción.
Apple no es una excepción
Las tecnológicas siguen mostrándose reticentes a la hora de competir con las telecos y utilities, por ejemplo, como compañías de dividendos. El sector suele decantarse más por invertir en sus proyectos que en retribuir al accionista con la esperanza de que a la larga el inversor también pueda ser partícipe de los logros de la compañía. Esto explicaría que otras empresas, como Cisco y Dell, no lo paguen o lo hagan mínimamente.
Estas dos tecnológicas no tienen una tesorería comparable a la de Apple, pero sería suficiente como para entregar dividendos de alrededor de 5,5 dólares por acción. El músculo financiero de Cisco ha aumentado más de un 80 por ciento desde el comienzo de la crisis (en 2008 tenía con una caja de 15.800 millones de dólares) hasta situarse previsiblemente este año en los 29.000 millones, una cantidad que de entregarse en su totalidad podría alcanzar una rentabilidad por dividendo del 27,3 por ciento teniendo en cuenta que su tamaño en bolsa supera los 106.400 millones.
Cisco, a diferencia del gigante tecnológico, sabe lo que es retribuir en estos tiempos de crisis. El año pasado comenzó a remunerar y lo hizo entregando 0,06 dólares por título en cada uno de los tres pagos que realizó. Este ejercicio no sólo ha seguido con su política de retribución al haber abonado el mes pasado el mismo importe, sino que los expertos de Bloomberg prevén que la compañía realice un pago más que el año pasado y que incremente la cuantía de los dividendos pendientes para 2012 a 0,07 dólares por acción.
Y no sólo eso. El negocio de la estadounidense parece convencer porque el consenso de mercado recogido por FactSet espera que cierre el presente ejercicio con un beneficio neto de 9.500 millones de dólares, un 46 por ciento más que en 2011, y que esto pueda dejar abierta la puerta a nuevas subidas. Por lo pronto, Bloomberg recoge que Cisco pueda pagar 0,08 dólares por título en 2013. ¿Alguna coincidencia con Apple? Ambas esperan hacer oídos sordos a la crisis y conseguir resultados espectaculares (los expertos pronostican que las ganancias de la compañía de la manzana pasen de los 26.000 a los 40.000 millones de dólares) y gozan a día de hoy de una recomendación de compra.
El caso de Dell es algo diferente. Su capitalización no alcanza los 31.300 millones, pero la caja de casi 10.000 millones que esperan los analistas para este año podría traducirse en dividendos de 5,51 dólares por acción con una rentabilidad superior al 30 por ciento. Además, su menor tamaño no pretende ser un obstáculo para el fabricante de equipos informáticos y servidores, ya que se ha asociado con el buscador líder de China (Baidu) para desarrollar tabletas y teléfonos móviles en el mercado chino, dominado por Apple y Lenovo.
Asimismo, entre sus grandes fortalezas esté su atractivo PER -veces en que el beneficio está en la acción-, de 8,5 veces cuando el multiplicador del sector es de 16 veces.
Dividendos en alemán y japonés
Las automovilísticas también podrían convertirse en un claro reclamo de los cazadividendos si aprovecharan toda su caja para retribuir. De esa forma, la rentabilidad por dividendo que alcanzarían los bastiones alemanes Volkswagen, BMW y Audi, además de la japonesa Denso, se situaría entre el 30 y el 38 por ciento.
Las previsiones de Bloomberg contemplan incrementos notables en la retribución de Volkswagen y BMW para este ejercicio a pesar de que sólo dedican un 12 y un 30 por ciento de su beneficio a remunerar (pay out), respectivamente. Los buenos resultados que obtuvo el sector mundial en 2011 (se espera que Volkswagen duplicó el beneficio de un año antes) hace que los analistas estimen en ésta un dividendo de 3,12 euros frente a los 2,2 euros abonados en 2011 y que la tendencia pueda continuar al alza al menos dos años más. Sin embargo, el importe del dividendo podría superar los 60 dólares por acción (unos 46 euros) si los 26.650 millones de caja se destinaran a premiar al inversor.
En ese caso, el montante del pago alcanzaría los 28 dólares por título (21 euros) en BMW y 270 dólares (206 euros) en Audi. Una posibilidad que evidentemente es descabellada porque nadie dirige toda su caja a remunerar pero donde el crecimiento en beneficios supondrá, según Bloomberg, que Audi suba este año el dividendo desde los 1,3 a los 2,4 euros.
Entre esta selección de valores de más de 15.000 millones de dólares de capitalización y con una caja que representa más del 25 por ciento del valor en bolsa se cuelan varias japonesas. Denso, cuyo importe del dividendo sería de 10,5 dólares por acción, tres compañías niponas de electrónica (Canon, Sony y kyocera), además de Nintendo y de la farmacéutica Otsuka.
Entre los valores asociados al negocio de la electrónica destaca Canon, puesto que la rentabilidad por dividendo alcanzaría cerca del 26 por ciento si se entregaran los 14.800 millones a retribuir. El caso de Sony y Kyocera es más problemático porque si bien es cierto que cumplen los requisitos planteados, no gozan de un gran respaldo de la comunidad inversora al representa sus cajas la mitad o casi la mitad de su valor en bolsa.
Presas de la competencia
Los lanzamientos revolucionarios de Apple y Samsung están pasando factura a más de una compañía. Sony es una de ellas al acumular cuatro ejercicios con pérdidas como consecuencia de la dura competencia de los gigantes tecnológicos, aunque todavía no le han arrebatado la recomendación de mantener sus títulos. Lo mismo le ocurre y de forma más pronunciada si cabe a Nintendo.
La compañía de videojuegos Nintendo no pasa por su mejor momento en bolsa. Sus títulos cotizan por debajo de los 11.000 yenes, cuando hace un año rondaban los 26.000, y además su caja es casi tres cuartas partes de su capitalización bursátil. La empresa del tradicional videojuego Supermario sigue buscando afianzarse en su nicho de mercado en un momento en el que las nuevas tecnologías no hacen más que poner impedimentos. Y es que la empresa de consolas es una de las clarísimas víctimas del éxito de Apple con su iPhone y iPad, que está poniendo trabas al negocio del 3DS y de la Wii. La japonesa tuvo en 2011 pérdidas por valor de 780 millones de dólares, aunque las previsiones apuntan a que volverá a tener ganancias en 2012. Su elevado colchón permitiría pagar dividendos de 95 dólares.
Eads, la financiera Charles Schwab, Broadcom (de semiconductores) y la farmacéutica Otsuka son otras que también serían dignos de reclamo.