El ex presidente del Bundesbank, Axel Weber, ha concedido su primera entrevista tras su dimisión el pasado mes de abril, que le eliminó de la carrera por la presidencia del BCE. Weber asegura que Europa debería garantizar toda la deuda actual de Grecia porque la única alternativa es un default, que sería mucho más costoso y podría desestabilizar el sistema.
El alemán, en palabras para el diario The Wall Street Journal, mantiene que la respuesta de Europa a la crisis hasta ahora ha sido simplemente ayudar a Grecia en sus necesidades de financiación, pero que no ha ofrecido al país un plan creíble a largo plazo para resolver el problema de su deuda.
Precisamente, la falta de este plan ha desatado los miedos a un impago del país y desestabilizado los mercados. "Finalmente, para resolver el problema de la deuda griega hay que afrontar el problema del endeudamiento actual, y, desafortunadamente, sólo hay unas opciones muy limitadas: o bien un default o quitas parciales, o bien una garantía por el total de la actual deuda griega", explicó Weber.
"Los Gobiernos tienen que decidir cual de ellas quieren, pero el actual sistema gradual de repetidos programas de ayuda inevitablemente lleva a esta última solución (las garantías)".
Persuadir a la banca
Además, con estas garantías, podría ser más fácil persuadir a los acreedores de que cambien su deuda actual por bonos nuevos con vencimientos más largos, dándole más tiempo a Atenas para que devuelva sus créditos. Los bancos europeos, hasta ahora, han sido reacios a aceptar este plan a menos que reciban incentivos, algo a lo que Alemania y otros países se han resistido.
"En algún punto tienes que frenar tus pérdidas y reiniciar el sistema", aseguró Weber, que comparó las garantías que propone para Grecia con los pasos que Alemania y otros países tomaron durante el principio de la crisis financiera para controlar los problemas de sus bancos.
"El problema de Grecia no es de corto plazo, y no fue causado por la moneda única", defiende el economista. "Por el contrario, se trata de un problema fiscal y estructural profundo que probablemente necesita de un horizonte de 30 años para resolverse más que 3-5 años. Las medidas que necesita adoptar Europa son mucho más profundas que sólo dar liquidez a corto plazo".
¿Cómo frenar el riesgo moral?
En cuanto al riesgo moral que supondría este tipo de garantías, que podrían incentivar al endeudamiento a los gobiernos, Weber mantiene que para evitarlo se deberían incluir cláusulas en los bonos futuros, según las cuales los inversores asumirían pérdidas automáticas en el caso de que un país fuera rescatado. Sin embargo, este tipo de medidas han sido rechazadas por diferentes miembros de la Eurozona, que aseguran que encarecería su financiación.
"Lo que necesita ser reforzado es el incentivo para que, en el futuro, los países se enfrenten a las responsabilidades de su propia deuda en el mercado", asegura el ex presidente del Bundesbank. "Pero para llegar a ese punto, primero tenemos que afrontar el legado de la deuda actual".
Pero ha sido precisamente en Alemania donde la resistencia a las garantías ha sido más fuerte y donde la población también ha sido más reticente a los rescates de otros países. Sin embargo, ahora mismo los mayores acreedores de Grecia son los propios contribuyentes europeos, lo que podría suavizar esta resistencia.
Por último, Axel Weber ha reconocido lo que era un secreto a voces: su enfrentamiento con sus colegas del BCE por el programa de compras de bonos del banco central provocó su dimisión en abril.