Bolsa, mercados y cotizaciones

Las dudas persisten: la prima de riesgo de España supera los 200 puntos

La incertidumbre que asaltó ayer los mercados y que hizo resurgir los viejos fantasmas de la crisis de deuda soberana sigue vigente hoy. Si ayer el diferencial de los bonos españoles a diez años rozaban los 190 puntos básicos al cierre de la hornada, hoy ha cerrado en 203,9 puntos. España no se salva esta vez de la crisis de la deuda: el bono a 10 años roza el 5,4%.

La rentabilidad exigida a los bonos del Tesoro español ha repuntado con fueza y se ha colocado en el 5,394%, mientras que la de sus homólogos germanos se mantiene estable en el 3,375%, según los datos de Bloomberg.

La atención la concentra Grecia, ahora que la opción de una quita de su deuda vuelve a sonar con fuerza. El rendimiento de sus títulos a diez años repuntó 56 puntos básicos hasta el 13,598%.

Al igual que los bonos, los seguros contra el impago de deuda soberana, los llamados Credit Default Swaps (CDS) de los países de la periferia de la zona euro también repuntan hoy. De nuevo Grecia es la protagonista de la mayor subida, 65 puntos, hasta situarse en 1.204, un 30% más que el siguiente país con riesgo del mundo, Venezuela.

En cuanto a los CDS de la deuda española a cinco años, suben más de 15 puntos básicos y se colocan en 235,42 puntos.

Mensaje de calma...

En los últimos días, la calma relativa había dominado los mercados, especialmente en lo referido a España. Inversores y expertos se han esforzado por dejar patente la separación que existe entre la situación española y del resto de países en problemas.

El último en hacerlo ha sido la agencia de calificación S&P, que ayer insistía en que la prima de riesgo española se ha ido reduciendo desde hace varios meses y se ha alejado de las tensiones que sufren los diferenciales de Irlanda, Grecia o Portugal.

En su informe también señala que, pese a que la economía española se enfrenta a "importantes retos", el "compromiso creíble del programa de ajuste" del Gobierno facilitará su acceso a la financiación exterior, con lo que es "poco probable" que precise ayuda de la UE.

Sin embargo, dos hechos hicieron resurgir la incertidumbre ayer. Por una parte, la posibilidad de que Finlandia pueda bloquear el rescate de Portugal. El país celebra elecciones parlamentarias el próximo domingo y los partidos más euroescépticos se oponen a rescatar a Portugal y a aumentar el tamaño efectivo del fondo de rescate de la Comisión Europea.

Por otra parte, Alemania avivó el debate sobre la sostenibilidad de la deuda de Grecia al reconocer por primera vez que Atenas podría tener que reestructurarla. Esta medida sería, según Lorenzo Bini Smaghi, una "catástrofe" y tendría consecuencias "devastadoras".

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