
Prosigue el 'rally' alcista en el mercado de materias primas, donde los máximos se suceden uno tras otro. Este martes, la cotización del oro ha vuelto tocar un nuevo récord y la de la plata se ha colocado en máximos de 31 años. Por su parte, el barril de petróleo Brent ha superado los 122 dólares y ha marcado el precio más caro desde agosto de 2008.
La onza de oro ha superado hoy por primera vez el umbral de los 1.450 dólares, en un contexto en el que los analistas destacan que los nuevos máximos del petróleo han incrementado los temores de inflación y la rebaja de la calificación de la deuda de Portugal ha despertado el apetito por la búsqueda de refugio seguro.
El metal precioso ha escalado, en concreto, hasta los 1.454,07 dólares la onza a media tarde. El récord anterior databa del 24 de marzo (1.447,82 dólares).
Por su parte, el barril de crudo Brent ha alcanzado hoy los 122,25 dólares en el mercado de futuros de Londres por primera vez desde abril de 2008, para cerrar posteriormente en los 122,22 dólares. De esta forma, persiste en su escalada alcista desde principios de año desencadenada por las continuadas tensiones en Libia y Oriente Medio.
Las tensiones políticas en Oriente Medio y el norte de África, enclaves suministradores de petróleo por excelencia, continúan siendo detonantes de esta escalada en los precios por barril.
Además, la huelga de los trabajadores del sector petrolífero de Gabón, séptimo mayor productor de crudo en África, que paralizó todas las exportaciones de este producto durante el fin de semana es otro de los motivos que hay detrás de la subida del precio del crudo europeo, según indica hoy el Financial Times (FT).
Además, el citado diario también apunta que los inversores están pendientes de lo que pueda ocurrir con los suministros de crudo de Nigeria, ya que el productor clave africano celebrará elecciones legislativas el próximo sábado, que tradicionalmente han causado inestabilidad política.
La plata también ha tocado este martes máximos de 31 años, al elevarse hasta los 39 dólares la onza ante los citados temores sobre la inflación y la creciente demanda industrial.