Descendió a los infiernos, al igual que el resto de la banca, cuando la crisis griega amenazó con extenderse al resto de Europa. Pero sus resultados y los test de estrés le han devuelto la confianza de los inversores. No es una recomendación de compra, pero potencial no le falta.
Cuando el sector financiero está en el centro del huracán, ser una entidad mediana no es fácil. Y si no que se lo digan a Banesto. En la primera mitad del año, con la crisis griega de fondo se acrecentaron los temores al riesgo soberano de países periféricos como España. Banesto, al igual que el resto de la banca nacional, lo sufrió en su cotización: perdió más del 30 por ciento hasta su mínimo de junio. Pero borrón y cuenta nueva: unos resultados por encima de lo esperado y la visibilidad que aportaron los test de estrés de la banca sirvieron para que se recuperase en bolsa.
Desde que la entidad descendiese hasta los 5,925 euros a principios de junio, acumula una redención bursátil superior al 16 por ciento. Sin embargo, su recomendación, la del consenso de mercado, se sitúa todavía en un mantener. Pero eso no impide que los expertos continúen viendo potencial en las acciones del banco, a pesar de la revalorización que acumula en esta segunda parte del año.
El precio objetivo que fija el consenso se sitúa en los 8,5 euros, lo que le otorga un potencial de revalorización superior al 21 por ciento. Sin embargo, hay quien sitúa el techo de sus títulos a 12 meses en un nivel superior. Ahorro Corporación lo incrementa hasta los 9,1 euros y La Caixa, Deutsche Bank y Espirito Santo lo elevan por encima de los 10 euros.
Y llegaron sus cuentas
La entidad ganó un 6,8 por ciento menos en el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2009, unas cuentas más optimistas de lo que esperaban los expertos. Pero aún así, el recorte de las previsiones para la entidad sobre el conjunto del año ni mucho menos han sufrido un parón.
Los analistas prevén ahora que Banesto podrá cerrar el año con un beneficio de 559 millones de euros, casi 40 millones menos de lo que estimaban hace tan sólo tres meses. Un resultado en línea con lo que se embolsó en el ejercicio de 2009. Sin embargo, las previsiones para 2011 no han sufrido tanto el tijeretazo de las firmas de inversión. (Tan sólo se han recortado un 2,7 desde que comenzó el año, hasta los 629 millones de euros).
Más barata que a principios de año
Lo cierto es que quien decida lanzarse a comprar títulos de la entidad ahora (hay firmas como BBVA o BPI que han emitido recomendaciones de compra sobre el valor en el último mes), lo hará a precios más atractivos que a comienzos de año. Banesto se ha abaratado en bolsa un 15 por ciento desde que comenzó 2010, aunque eso sí, a costa tan sólo de la caída bursátil que ha sufrido, ya que su previsión de beneficio sí se ha visto tocada. El PER (veces que el beneficio se contiene en el precio de la acción) al que cotiza la entidad en la actualidad se sitúa en las 8,2 veces, frente a las 9,7 en las que se situaba en enero.
El as que guarda en la manga la entidad que preside Ana Patricia Botín es su retribución. A precios actuales, ésta ofrece una rentabilidad del 5,7%.