
La barrera de los 15.000 es un nivel psicológico y histórico para el Ibex 35. Supone regresar a cotas no vistas desde antes de la crisis financiera, cuando el índice se movía en el gran rango que culminó con los máximos de 2007, cerca de los 16.000 puntos. Ahora la gran pregunta es si el indicador tiene margen para volver a esos niveles y renovar máximos históricos 18 años después.
Este ataque que llega tras una racha de subidas apoyada en el viento de cola global (máximos en Wall Street y Japón) y en la expectativa de recortes de tipos por parte de la Fed, factores que han tirado del apetito por riesgo en Europa. El dato de empleo de EEUU que se publicó hace dos semanas ha reavivado las expectativas de un estímulo por parte del banco central estadounidense, y desde ese momento, las bolsas americanas y europeas no han parado de subir. Finalmente, el dato de inflación estadounidense de julio, publicado ayer, enfrió el riesgo de que los aranceles de Donald Trump causaran un fuerte repunte inflacionario que obligara a la Fed a mantener o subir los tipos, lo que terminó de prender la mecha para la traca final. El resultado no se ha hecho esperar: el Ibex 35 ha batido los 15.000 puntos.
La subida de los 14.000 a los 15.000 ha costado 12 semanas y 5 días, pero esa subida ha estado concentrada en apenas el último mes, cuando el Ibex ha repuntado un 8,17% tras pasarse estancado sobre los 14.000 entre mayo y julio. La pequeña posibilidad de un recorte doble de tipos de la Fed en su reunión del próximo 17 de septiembre, que ya empieza a pedir el mercado, aparece como una de las piezas clave para que el selectivo español renueve máximos, que quedan a un 6,5% de distancia.
"Incluso los toros más bravos necesitan una pausa"
El asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, considera que el Ibex 35 "se muestra intratable" tras encadenar máximos anuales crecientes. "Los últimos movimientos no aportan información demasiado relevante, por lo que el control continúa del lado de los alcistas", comenta.
El relato técnico de Cabrero casa con el telón de fondo actual: un Ibex que vuelve a mirar hacia los 16.000 "entre ceja y ceja", pero con el recordatorio de que "tarde o temprano llegará una consolidación". Para el inversor, el mensaje es doble: mantener la inercia mientras no se pierdan soportes y reservar pólvora para comprar en la pausa.
En su escenario base, el selectivo español apunta a recuperar los altos históricos sin dividendos "en los 16.000 enteros", una meta que vuelve a estar en el radar del mercado. Para llegar ahí falta un 6,5% desde los 15.000, una distancia difícil tras las enormes subidas del 30% que lleva acumuladas en lo que va de año y del 40% si miramos a los últimos 12 meses. Aun así, ese trecho final no es en absoluto imposible si se mantienen la inercia positiva y las señales optimistas desde EEUU.
Aun así, Cabrero introduce matices tácticos: la fortaleza invita a mantener exposición a bolsa española, pero recuerda que "incluso los toros más bravos necesitan una pausa antes de volver a embestir". En su opinión, esa futura consolidación ofrecerá "la mejor oportunidad para aumentar exposición o reincorporarse" a la renta variable nacional, siempre que no se pierdan referencias clave.
"Mientras el Ibex 35 no pierda el soporte de los 11.587 puntos, que son los mínimos del mes de abril de 2025, no veo motivos para reducir exposición a renta variable española orientada. El siguiente punto de control y objetivo a valorar se encuentra en los altos históricos del Ibex 35 en su versión sin dividendos en los 16.000 enteros", concluye Cabrero.