
Los agentes que operan y comercian con gasolina en Nueva York han conseguido algo que el resto del mundo del petróleo se muere por hacer: equilibrar el mercado. Los inventarios de gasolina están disminuyendo a un ritmo que va cogiendo velocidad, mientras que las importaciones están siendo menores. La estructura de precios futuros de este mercado muestra que se está encontrando el equilibrio poco a poco. | Las reservas de crudo caen más de los previsto en EEUU
Los suministros de gasolina del Atlántico medio de EEUU (una región que incluye Delaware, Maryland, Nueva Jersey Nueva York, Pensilvania y el distrito de Washington DC) están ahora 5 millones de barriles por debajo de los niveles de hace un año, una disminución impresionante teniendo en cuenta que las existencias de la región aumentaron a 42,3 millones de barriles en febrero, el nivel más alto en los registros del gobierno que se remontan a 1990. | Ecuador podría desatar una guerra en la OPEP tras anunciar que no cumplirá con los recortes de petróleo
"Los importadores de la Costa Este están mostrando más disciplina en lo que se refiere a sus compras, desean evitar un nuevo exceso de suministro como el que vimos el verano pasado", asegura Matt Smith, director de investigación de materias primas de ClipperData.
A esta altura el año pasado, los futuros de gasolina negociados en NYMEX, la bolsa de materias primas de Nueva York, mostraban que el excedente de gasolina de la Costa Este no había cambiado, ya que los futuros de agosto estaban más baratos que los de septiembre (situación de contango) por primera vez en ocho años. Este diferencial ha retornado a su típica estructura de backwardation en julio, lo que es un alivio para los proveedores dispuestos a llenar sus tanques con combustibles de cara al invierno. La demanda de gasolina está en aumento y el precio al contado de este combustible supera a los precios futuros.
No obstante, el mercado de petróleo crudo sigue mostrando una estructura de contango (es más barato el crudo de entrega inmediata que el de entrega a futuro), pero el diferencial entre ambos petróleos se ha ido estrechando. En estos momento, el petróleo West Texas al contado (entrega inmediata) se vende a 46,55 dólares el barril, mientras que el de entrega para agosto se intercambia por 46,65, una diferencia de diez centavos de dólar. Hace un mes, la diferencia entre ambos petróleo era de casi 30 centavos de dólar.
La demanda total de gasolina de Estados Unidos se desaceleró en los primeros tres meses de este año, tras alcanzar un récord de 9,66 millones de barriles diarios en junio de 2016. Esta tendencia finalmente se revirtió en abril, ya que el consumo aumentó un 0,1% respecto del año anterior.
Mucho más 'disciplinado'
La caída de las importaciones interanuales de gasolina se debe principalmente a los menores volúmenes que llegan de Europa, señala Smith. "Estamos mirando el lado de la demanda para comprobar, tal vez, si ese podría ser el catalizador que nos lleve a avanzar hacia el reequilibrio, aunque a un ritmo lento", reconoce Smith.
Los suministros nacionales a la región, que normalmente fluyen por oleoducto desde la costa del Golfo de EEUU, también han sido menores este año, sostiene Sam Margolin, analista jefe de Cowen. La gasolina producida por las refinerías de la Costa del Golfo ha sido absorbida por países latinoamericanos como México y Venezuela que tuvieron dificultades para mantener sus propias plantas funcionando.
"Mientras las refinerías permanezcan ociosas en América Latina, va a haber esa demanda competitiva en el mercado de exportación", añade Margolin por teléfono desde Nueva York.
Sin duda, los tanques no están secos, y los suministros siguen sobrepasando el promedio de cinco años en el Atlántico medio. Esta primavera también fue una temporada de mucho trabajo de mantenimiento para las refinerías de EEUU, comenta Margolin. Eso significa que no necesitarán tanto tiempo en otoño para esa función y las tasas de utilización podrían subir a medida que las temperaturas bajen.
"Tenemos capacidad de almacenamiento de gasolina, para ofrecer en el puerto de Nueva York, que aún no ha sido contratada", arguemnta Ernie Barsamian, máximo ejecutivo de The Tank Tiger, una agencia de almacenamiento de petróleo. "Así que para mí eso significa que no están llenos hasta arriba como en el pasado".