
Desde que hace tres veranos el petróleo empezase con su racha de caídas, que llegó a reducir su precio en más de un 75% en 20 meses, nunca se habían visto tantas posiciones largas en el barril West Texas, de referencia en Estados Unidos. El gigante de la energía Engie ve un desplome del petróleo hasta los 10 dólares.
Según datos de la Comisión de Comercio de Futuros sobre Materias Primas -CFTC, por sus siglas en inglés-, ahora hay 303.000 contratos de futuros alcistas contratados para el barril estadounidense, un nivel que no se veía desde julio del año 2014.
Esto es muestra de una confianza renovada por parte de los inversores de que el petróleo va a revalorizarse en próximos meses. Aquellos que esperan caídas para el crudo son ahora una minoría, con 56.312 posiciones bajistas abiertas en este momento. Si estas caen por debajo de las 52.973, también tocarán mínimos no vistos en 30 meses.
Desde que la Organización de Países Exportadores de Petróleo llegara a un acuerdo para reducir la producción, el barril norteamericano ha subido casi un 16% en el parqué, hasta los 52 dólares en los que cotiza en este momento. Ese precio supone una recuperación de más del 99%, desde los mínimos anuales que tocó el barril a principio de año.
Si bien los inversores están tomando posiciones que reflejan confianza en el petróleo, las previsiones que lanzan los expertos encuestados por Bloomberg animan a ser prudente: la media de analistas considera que el crudo no va a subir demasiado en 2017, ya que esperan que en el cuarto trimestre se mueva a una media de 56 dólares.
La recuperación de la producción por parte del fracking estadounidense puede estar detrás del escaso potencial del petróleo: desde mayo se han abierto casi 200 pozos de este tipo en el país, gracias a la subida del precio del crudo, que hace que cada vez más pozos sean rentables y añadan su producción a la oferta mundial, lastrando la subida de precios.