El petróleo parecía estar saliendo del hoyo. El West Texas, de referencia en EEUU que llegó a cotizar por debajo de los 39 dólares este verano se encuentra lejos de esos niveles. La sobre-oferta en el mercado y la débil demanda llevó el crudo a su mínimo de los últimos 6 años. Ante los bajos precios, la producción había empezado a descender en EEUU (principal causante del incremento de la sobre-oferta) lo que ha ayudado a que los precios se acerquen a los 50 dólares el barril. Pero parece que EEUU aguanta demasiado bien los precios bajos, producción y reservas se han incrementado según los últimos datos.
Según ha publicado la Agencia de la Energía (EIA por sus siglas en inglés) de EEUU, los inventarios de petróleo han aumentado en la última semana en 3,1 millones de barriles hasta los 461 millones de barriles de crudo, una cifra que sigue muy por encima de la media histórica, explican desde la EIA.
Por otro lado, aunque los últimos datos publicados pertenecen a julio, la EIA ha mostrado que la producción de crudo en EEUU se incrementó de media en 96.000 barriles al día respecto a junio. Un dato que ha cogido por sorpresa a los expertos en materias primas. Y es que con los bajos precios del crudo, la producción en EEUU llevaba ya dos meses consecutivos presentando descensos sustanciales. Mientras que en abril se produjeron una media de 9,6 millones de barriles al día, en junio esta cantidad descendió hasta los 9,264 millones. En julio, el bombeo de crudo ha repuntado hasta los 9.358 millones de barriles.
Esta noticia no ha dejado indiferentes a los inversores y traders de materias primas. Antes de darse a conocer estos nuevos datos, el West Texas estaba luchando por sobrepasar la resistencia de los 50 dólares, ahora el petróleo está cotizando en los 48,6 dólares.
Los productores de petróleo en EEUU están aguantando el desplome del precio, parece que el fracking podría haber llegado para quedarse. La tecnología avanza muy rápido y el coste de producción es cada día menor en la primera potencia del mundo.