
La compañía británica De La Rue es la encargada de la fabricación de los pasaportes del Reino Unido, situación que cambiará con el Brexit, cuando perderá el contrato. La empresa, que no denunciará la decisión del Gobierno de otorgar el contrato a una empresa franco-holandesa al hacer efectiva la separación, ya experimenta los primeros síntomas de este divorcio en sus cuentas.
De La Rue ha informado de que después de haber "considerado todas las opciones" no apelará la decisión del Ejecutivo de conceder el contrato de manufacturación de los pasaportes, valorado en 490 millones de libras (561 millones de euros), a la empresa franco-holandesa Gemalto, con sede en Ámsterdam.
La compañía inglesa indicó que esa pérdida ha golpeado sus expectativas de ganancias para este año, que se redujeron de 71 millones de libras (82 millones de euros) a 60 millones de libras (68 millones de euros).
El anuncio del cambio de contrato se vio reflejado en su cotización en la Bolsa de Valores de Londres, donde poco después de su apertura este miércoles sufría un retroceso del 8%. Sin embargo, la firma aseguró que continuará cumpliendo con su contrato, en vigor durante los últimos diez años, y ayudará a la transición al nuevo proveedor.
120 millones de ahorro en 11 años
La decisión del Reino Unido de otorgar a una empresa extranjera el contrato de fabricación de los nuevos pasaportes británicos a partir del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), que se hará efectiva el 29 de marzo de 2019, causó gran controversia en el país el mes pasado.
Con todo, el Ejecutivo de la primera ministra, Theresa May, sostuvo que el cambio permitirá un ahorro de 120 millones de libras (138 millones de euros) durante los 11 años y medio de duración del contrato.
Los nuevos pasaportes británicos volverán a ser de color azul tras el Brexit, tonalidad que tuvieron desde 1921 hasta 1988, momento en el que adoptaron el característico rojo bermellón de los países de la UE.
El Ministerio de Interior anunció el pasado diciembre el retorno al color azul, lo que entre los ciudadanos del Reino Unido favorables al "brexit" se considera un símbolo de la recuperación de la soberanía nacional tras la salida de la UE.
Sin embargo, este tono no fue elegido, inicialmente, por el Reino Unido, sino impuesto por la Liga de Naciones en los años 20, cuando se estandarizaron los documentos de viaje por primera vez en la historia.