
Khuram Shazad Butt, uno de los autores del atentado en el Puente de Londres que el pasado sábado dejó al menos siete muertos y medio centenar de heridos, estaba ya en el radar de la Policía y de los servicios secretos británicos. No solo eso, había hasta aparecido en un documental británico sobre las actividades del Estado Islámico y su creciente influencia en la ciudad de Londres. Sin embargo, se había decidido no investigarlo activamente.
Nacido en Pakistán y criado en el Reino Unido, Butt, de 27 años, fue uno de los tres agresores que el sábado por la noche arrollaron con una furgoneta a viandantes en el puente de Londres y después apuñalaron a varias personas en el cercano mercado de Borough. En el ataque, siete personas perdieron la vida y los tres terroristas fueron abatidos por agentes armados.
En el documental sobre las actividades del EI que el británico Canal 4 emitió ahora hace un año, y cuyos extractos han repetido desde anoche las emisoras, se puede ver al terrorista desplegando una bandera del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en un parque de Londres junto con otros extremistas radicales y en la hora de la oración. Un una imagen orienta incluso su brújula hacia la meca. Según el documental, estos radicales tenían supuestamente vínculos con el clérigo Anjem Choudry, actualmente preso. El documental, titulado The Jihadis Next Door (Los yihadistas de la puerta de al lado), alertaba precisamente sobre el aumento del extremismo en el Reino Unido.
Pero las críticas no se han centrado tan solo en las fuerzas de seguridad tras conocerse que además de no ser investigado, resulta que el terrorista había trabajado en servicios públicos de la capital británica. Así, Transport for London (TfL), responsable de la red de transporte de la ciudad, ha confirmado que Butt trabajó para el Metro de Londres durante varios meses haciendo prácticas como asistente de atención al consumidor, pero que se marchó el pasado octubre. El tabloide Daily Mail ha publicado una foto en la que se ve a Butt supuestamente en la estación de West Kensington con el uniforme azul del metro y una cazadora naranja.
Por todo ello, las fuerzas del orden están este martes en el centro de la polémica, pero la Policía Metropolitana de Londres (Met) ha defendido su actuación. Tras las críticas, el asistente del comisario de las fuerzas del orden de Londres, Mark Rowley, ha asegurado que no había información previa que indicase que el extremista planease un atentado. "No había ninguna (información) de inteligencia que sugiriese que un ataque estaba siendo planeado", por lo que la prioridad de la investigación "fue rebajada", ha indicado Rowley, que informó de que la investigación sobre Butt había empezado en 2015.
El asistente policial ha puntualizado, no obstante, que el trabajo de las fuerzas del orden se centrará ahora en averiguar si los tres habían recibido ayuda o tenían vínculos con otras personas. De acuerdo con los medios británicos, Butt estaría vinculado supuestamente con el grupo extremista al-Muhajiroun.
El otro terrorista, identificado este lunes por la Policía, es Rachid Redouane, de 30 años, al parecer de origen libio o marroquí y a veces usaba el nombre de Rachid Elkhdar. El nombre del tercer agresor todavía no se ha divulgado. Los dos estaban domiciliados en el barrio de Barking, al este de Londres, donde la Policía registró el domingo una vivienda. La amenaza terrorista en el Reino Unido se mantiene en un nivel "severo", el cuarto en una escala de cinco, que corresponde con una alta probabilidad de que se produzca un nuevo ataque.