Pymes y Emprendedores

James Dyson: "Aprende a amar el fracaso, es el mejor maestro"

  • De su aspiradora sin bolsa se han vendido 43 millones de unidades
  • Ha combatido en los tribunales cientos de casos de copias
Foto: Archivo

James Dyson es un inglés al que de niño le gustaba montar y desmontar cosas. En 1979 decidió inventar una aspiradora sin bolsa, ya que la suya se obstruía continuamente, y en 1993 lanzó al mercado la primera aspiradora del mercado sin bolsa ni pérdida de succión. En 18 meses se convirtió en la aspiradora más vendida del Reino Unido. Desde sus inicios se han vendido más de 43 millones de estos electrodomésticos en todo el mundo.

Para usted la frase "la bolsa o la vida" sí que tiene sentido ¿no?

He protegido mi tecnología con patentes, no mi vida. Para crear la primera aspiradora ciclónica hicieron falta 5.127 prototipos y cinco años. Fue arriesgado. Nos arruinamos y mi mujer sustentó a la familia dando clases de arte. En esa época nadie apostaba por mi idea. Pero poco después del lanzamiento, la compañía Hoover lanzó una copia de mi aspiradora. Pero estaba patentada. Les llevé a los tribunales y gané 4 millones de libras (4,7 millones de euros). Dyson ha luchado por 650 diferentes casos de imitación en todo el mundo.

¿Qué tiene el aire para usted?

El aire es una herramienta. Por ejemplo, nuestro secador de manos Dyson Airblade literalmente elimina el agua de las manos mojadas. Me aburría esperar a que mis manos se secaran y acababa secándomelas en mis pantalones. Así que diseñamos un golpe de aire a 430 mph para secarlas en 10 segundos. Pero el aire no sólo sirve para soplar, también para aspirar.

¿Cómo ha convertido una aspiradora en un objeto de diseño?

La aspiradoras Dyson están en algunos museos de Nueva York y Londres, pero ese nunca ha sido mi propósito. Yo quería crear una máquina que funcionase. Ese principio es el que nos ha guiado en todo lo que hemos hecho en Dyson.

Una aspiradora sin bolsa, un ventilador sin aspas? ¿Es usted un provocador?

Los ingenieros de Dyson son muy arriesgados. En nuestro laboratorio de Investigación en Malmesbury, Reino Unido, unas 850 personas trabajan en el desarrollo de nuevas ideas. Me gusta la gente que quiere solucionar los problemas que a nadie le importan.

¿Qué diría a las personas que al principio no le apoyaron?

En realidad, no me preocupa demasiado lo que los demás dicen de mí.Si quieres hacer algo distinto, en el camino te vas a encontrar con un montón de detractores. La inversión es difícil de encontrar y la gente tratará de robarte tu idea. Pero la creación de nuevos negocios conducirá a las economías en recesión a salir de sus dificultades.

¿Qué consejo le daría a un joven inventor?

Aprende a amar el fracaso. Es el mejor maestro.

¿Algún invento a la vista?

El motor digital Dyson. Es más pequeño, ligero y eficiente que los convencionales.

¿Para usted cuál es el mejor invento de este siglo?
El grafeno, un material con tan sólo un átomo de grosor, pero con las mismas propiedades conductoras del cobre. En la próxima década su valor en la industria podría estar en 300.000 millones de libras (350.000 millones de euros). Ha sido desarrollado en Gran Bretaña por un físico de origen ruso, Andre Geim.

¿Qué puede contarme de la fundación que ha creado para apoyar a los jóvenes en la ingeniería y en el diseño?
La creé en 2002 y otorga el premio James Dyson Award, que persigue que los mejores ingenieros que ingresen cada año. El año pasado, Rodrigo García, un estudiante de la Universidad Politécnica de Madrid, fue el ganador. Su invento fue una maleta que te sigue, controlada por las señales emitidas por tu teléfono móvil.

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