Abengoa registró unos ingresos de 691 millones de euros en el primer semestre. Representa el 0,4% más que los 688 millones que facturó en el mismo periodo de 2016 en términos comparables (el perímetro ha cambiado por las desinversiones), aunque en realidad la cifra de negocios alcanzó los 1.215 millones. En el plan de viabilidad, el grupo estimó que este año alcanzaría unas ventas de entre 2.500 y 3.000 millones, por lo que en la segunda mitad del ejercicio tendría que prácticamente triplicar el ritmo de facturación. En el conjunto de 2016, Abengoa ingresó 1.510 millones. | Abengoa prevé cerrar la venta de su participación en Atlantica Yield "en las próximas semanas"
Los objetivos de Abengoa en términos de cifra de negocios, por tanto, aún están muy alejados. No así los relativos al resultado bruto de explotación (ebitda). La compañía que preside Gonzalo Urquijo logró después de dos años situarlo en positivo, con un avance de 16 millones. Contrastan con los 59 millones negativos que registró un año antes. Para el conjunto de 2017, el grupo andaluz estimó un ebitda de 39 millones, que aumentaría hasta los 187 millones en 2018, 271 millones en 2019 y 314 millones en 2020.
En horizonte 2020, Abengoa mantiene una previsión de situar su cifra de negocios en aproximadamente 2.500 millones. Una cifra similar a la espera para este año. La falta de crecimiento en los ingresos en los próximos años se explica por la salida de proyectos y negocios del perímetro del grupo.
Entre esos activos, el más relevante es la participación del 41,47% que tiene de Atlántica Yield. La ingeniería sevillana ultima su venta, que a precios de mercado está valorada en 815,8 millones de dólares (692 millones de euros). Según explicó ayer en una conferencia -sin preguntas- el director financiero, Víctor Pastor, Abengoa prevé llegar a un acuerdo para la desinversión en las próximas semanas, de forma que la operación quedaría cerrada en en el cuarto trimestre del año. El proceso está pendiente de una serie de autorizaciones por parte de Estados Unidos. Dos fondos partían con ventaja en la puja: el canadiense Algonquin y el estadounidense Starwood. No obstante, también Brookfield y Blackrock mostraron su interés.
Desinversiones
Con el dinero que obtenga por Atlantica Yield, Abengoa pagará buena parte de los 1.200 millones que un grupo de fondos y bancos inyectaron al grupo. El resto debería saldarse con la venta la planta A3T, en México. Para ello, antes deberá completar su construcción, que prevé para mediados de 2018.
En el último año, Abengoa ha vendido las plantas de bioetanol de Estados Unidos y España, la central Norte III en México, la planta de San Roque o la solar Ashalim, en Argelia. El grupo tiene una veintena de desinversiones en marcha cuyo valor contable asciende a 4.131 millones. En el primer semestre, ha reconocido un gasto neto por deterioros de estos activos de 240 millones. Las operaciones más avanzadas son la planta solar de Khi, en Sudáfrica, las desaladoras de Accra, en Ghana, y Chennai, en Argelia, y las líneas eléctricas en explotación de Brasil, por las que tiene un acuerdo con el fondo TPG por algo más de 100 millones.
Entretanto, según las cuentas semestrales, Abengoa ha proseguido con el ajuste de personal. La plantilla media de la compañía ascendía en junio a 16.237 trabajadores, frente a los 17.667 que registraba un año antes.