
Abemex, la filial en México de Abengoa, ha abonado el 50% del segundo pago que debió satisfacer a los acreedores financieros y comerciales el pasado 25 de junio y ha conseguido así despejar la amenaza del concurso mercantil. El acuerdo original, por tanto, sigue vigente, aunque las conversaciones para adaptarlo a la realidad financiera de la empresa están abiertas.
La cantidad que Abengoa México debía satisfacer no es pública, aunque apenas representaba el 5% del saldo principal de la deuda más el primer tercio de los intereses del primer periodo (desde que surtió efectos el convenio hasta el 25 de junio). Se trataba, por tanto, de un importe modesto, toda vez que la deuda total se aproxima a los 200 millones de euros.
El retraso en el pago, de casi dos semanas, evidencia las dificultades del grupo en México, donde se ha visto afectado por la demora en la reactivación del negocio. Ésta se explica por la tardanza en la aprobación definitiva del convenio. Fue en junio de 2017 cuando la mayoría de los acreedores de Abemex (más del 95% de la deuda) lo apoyó. Sin embargo, las distintas impugnaciones que enfrentó Abemex atrasaron su autorización judicial hasta comienzos de este año.
La juez emitió la sentencia judicial que permitió a Abemex salir del concurso mercantil el pasado 22 de enero. En virtud de la misma, todos los acreedores tuvieron que adherirse al convenio, que no contempla quita alguna sobre la deuda. El plazo para liquidarla arrancó en marzo pasado y hasta diciembre de 2021. Las condiciones, por tanto, son infinitamente mejores que en el caso de Abengoa -la matriz-, cuyos acreedores asumieron un descuento de hasta el 90%.
Abengoa hizo el primer pago íntegro en marzo, pero del segundo pago, el 25 de junio, sólo pudo abonar la mitad
A pesar de ello, algunos acreedores impugnaron la decisión judicial por la que Abemex esquivó la quiebra. Entre todos sobresale Banco Base, que soportaba una deuda de alrededor de 12 millones a través de certificados bursátiles (cebures) y que fue precisamente la que instó el concurso a finales de 2016.
Abemex cumplió con el primer pago en marzo. El segundo debía realizarlo el 25 de junio, pero solo pudo satisfacer la mitad de lo convenido. Esto provocó que la compañía iniciara conversaciones con los acreedores financieros y comerciales para tratar de llegar a un nuevo acuerdo. La empresa ha reunido los fondos para pagar lo adeudado, lo que facilita la eventual renegociación, con la que se busca garantizar la viabilidad financiera de la firma, con un calendario a largo plazo sostenible, y el tratamiento equitativo de sus acreedores. El extremo de esta situación hubiera llevado de nuevo a la firma al concurso.